4 y 6 años de prisión a miembros del Ejercito Paramilitar Nortesantadereano


Los señalamientos directos de compañeros de ilicitud del autodenominado Ejército Paramilitar Nortesantandereano (EPN), disidente de los Urabeños, dejaron al descubierto las funciones y roles que cumplían tres de sus más fieles hombres, quienes prefirieron aceptar los cargos, antes que ir a un juicio donde todas las pruebas apuntaban en su contra.

Se trata de Omar Botello Rojas, de 42 años, natural de Sardinata; Miguel Antonio Gómez Ortiz, Gallineto, de 22, y José Emilio Torres Herrera, de 34, ambos de Villa del Rosario, capturados junto a otros dos hombres y dos mujeres, el pasado 12 de marzo.

Siete más de sus integrantes, recluidos en cárcel de Cúcuta, fueron notificados por nuevos delitos.

Las labores investigativas y el manejo de fuentes humanas adelantadas por efectivos de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) y el Grupo de Acción Unificada para la Libertad Personal (Gaula), conjuntamente con la Fiscalía 67 Especializada contra las bandas criminales, permitieron aportar material probatorio que conllevó a la expedición de las órdenes de captura por concierto para delinquir y extorsión.

Delatados

Los datos aportados a la Fiscalía por  miembros de la misma organización coincidían en que Omar Botello era el comandante de la organización en el municipio de Villa del Rosario para diciembre de 2012 y posteriormente se desempeñó como financiero de la misma.

Según el ente investigador, el rol de Miguel Antonio consistía en avisar los movimientos de la Policía para que pudieran cometer los homicidios, así como vigilar las zonas, transportar armas y movilizar a los integrantes de la organización. José Emilio se desempeñaba como sicario.

El hombre que sería el cabecilla principal del Epn, identificado como José Reinaldo Lizarazo Rojas, de 30 años, capturado en febrero pasado, fue notificado en prisión por estos nuevos delitos.

Según las autoridades, desde el interior del centro reclusorio, seguiría dando órdenes para la comisión de actividades ilegales y la obtención de finanzas para la organización.

Tras la captura masiva, la Policía Metropolitana informó que los detenidos se dedicarían al cobro de exigencias económicas a comerciantes, personas y organizaciones ilegales dedicadas al contrabando de mercancías de procedencia extranjera.

“Este grupo armado que estaría camuflándose en los municipios de Villa del Rosario, Puerto Santander, Los Patios, El Zulia y Cúcuta, también estaría detrás de la coordinación y ejecución de homicidios selectivos y sicariatos, y el tráfico de armas de fuego ilegales, actuaciones delictivas con las que buscaban fortalecer su presencia y control en el territorio fronterizo”, señala el comunicado.

Preacuerdo

En vista del contundente material probatorio, los abogados de los tres hombres decidieron llegar a un preacuerdo con la Fiscalía que consistió en recibir una rebaja del 50 por ciento en la pena a cambio de aceptar su culpabilidad por concierto para delinquir.

Dicho preacuerdo fue aprobado esta semana por un juzgado de Cúcuta que condenó a Miguel Antonio y José Emilio a cuatro años de prisión y seis a Omar Botello Rojas, por tratarse de un comandante. Ninguno de los tres recibió beneficios de casa por cárcel o suspensión condicional de la ejecución de la pena.

“En cuanto a la responsabilidad de los procesados, obra el señalamiento directo de miembros de la citada organización delincuencial, quienes fueron enfáticos en señalar que conocieron a los acusados indicando el rol que desempeñaban en la empresa criminal, que no es otro que el de sicariato, financiero y colaborador…”, señala la sentencia condenatoria.

Los supuestos homicidios en que los tres hombres habrían participado a nombre de la organización, entre ellos el de Carlos Sandoval Delgado, Papo, perpetrado en noviembre de 2012 en el barrio San Judas (Villa del Rosario), no fueron materia de debate probatorio en este proceso.

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