Éxodo de clientes hacia Venezuela golpea a Cúcuta y su área metropolitana

Calles de los municipios venezolanos de Ureña y San Antonio se han visto abarrotadas de compradores.

Por devaluación del bolívar, van a Ureña y San Antonio a mercar y comprar electrodomésticos.

La continua devaluación del bolívar, moneda que ha perdido más del 50 por ciento de su valor, ha estimulado el éxodo de compradores colombianos hacia las ciudades venezolanas de Ureña y San Antonio.

Pero la otra cara de la moneda la tiene el comercio de Cúcuta y su área metropolitana, que ante la escasez de clientes ha acudido a todo tipo de ofertas. Por eso, en las vitrinas de locales del centro de la ciudad se ven letreros en los que se ofrecen descuentos hasta del 50 por ciento.

“Muchos compradores prefieren pasar la frontera para adquirir sus productos y alimentos, pues se favorecen en una proporción cambiaria de uno a cuatro”, señaló Rodolfo Mora, director de Fenalco, seccional Norte de Santander.

Pero también escasean los compradores venezolanos. “Ellos no volvieron porque les sale muy caro comprar en Colombia”, asegura el comerciante de Cúcuta Alberto Quintero.

Todo esto se presenta a pesar de los controles de las ventas que el gobierno de Nicolás Maduro realiza en la zona fronteriza.

Yiseth Chaustre es una colombiana que, por economía, cruza la frontera para hacer el mercado. Este diciembre, por ejemplo, con 500.000 pesos –que representan más de 15 millones de bolívares– Chaustre logró comprar al otro lado alimentos, elementos de aseo y algunos electrodomésticos.

“Un televisor plasma de 21 pulgadas, que cuesta alrededor de 600.000 pesos en Cúcuta, se consigue en San Antonio y Ureña en 8 millones de bolívares, es decir, unos 260.000 pesos”, explicó.

Aires acondicionados, ventiladores y televisores son los aparatos que mayor demanda tienen y que en varios almacenes se han agotado. También generan gran concurrencia los juguetes, la decoración navideña y la ropa y el calzado.

El sector automotor no ha sido ajeno a esta situación. Cucuteños con doble nacionalidad, como Anderson Patiño, han comprado con cédula venezolana motos de alto cilindraje a millón y medio de pesos o menos.

Según el director de Fenalco en Norte de Santander, el comercio ha tenido que adaptarse a las circunstancias y maximizar sus esfuerzos para tratar de sobrellevar su actividad.

Mora destacó que con jornadas promovidas para la época de fin de año, como Cúcuta Despierta, se ha podido generar un repunte en las ventas en comparación con el 2012, lo que despertó cierto optimismo en el gremio.