Enrumbada de los empleados del hospital rosariense llegó en fotos a la Contraloría



Veinte fotografías entregó el presidente de la Asociación Nacional Sindical de Trabajadores y Servidores Públicos de la Salud (Anthoc), Aristides Hernández, a la Contraloría Departamental para demostrar lo que según él fue un despilfarro de dinero en la fiesta ofrecida al personal del hospital de Villa del Rosario.

El líder sindical afirma que en la parranda, que se celebró el pasado 5 de octubre, en el Hotel Villa Antigua, se gastaron más de $8 millones en cerveza, whisky y otros licores, aduciendo que la gerencia del centro asistencial sobrepasó los costos que pudieron invertirse en más medicamentos y elementos para una mejor atención a los pacientes.

El denunciante sacó a relucir una copia de la cuenta maestra del hospital Jorge Cristo Sahium para mostrar que un tercero fue  contratado para organizar la parranda en que estuvieron el alcalde Carlos Julio Socha y el esposo de la gerenta del centro médico, Erika Aparicio León.

En el documento se observa que el costo ascendió a los $8’835.000, pero la gerenta dijo que aunque se compró licor, el monto tuvo otras destinaciones como rifas, la entrega de un computador portátil y el alquiler del sitio, entre otras.

Ante los documentos y las fotografías que ha venido mostrando el presidente de Anthoc, la contralora Claudia Patricia Rodríguez Ayala inició una investigación preliminar ante posibles anomalías de orden fiscal y disciplinario por posible subcontratación de manera anticipada.

Sin embargo, la gerenta insistió en que se trata de una persecución que se ha venido manejando, según ella, desde hace unos 20 días, pues sobre el asunto la han cuestionado diferentes organizaciones y medios de comunicación.

Dijo que no todas las fotos presentadas a la Contraloría hacen parte de la misma reunión, pues en algunas ella aparece con prendas de vestir distintas a la que usó en la cuestionada parranda de octubre.

‘No hay excesos’ 

La gerenta del hospital rosariense dijo que en la fiesta no hubo exceso de gastos monetarios, pues los costos son similares a los que se han hecho en otros años, cuando también se ha celebrado el Día del Empleado Público por medio de un rubro denominado ‘bienestar social’. Este le permite al personal no ir a trabajar en un día laboral y gozar de una reunión al año.

“El rubro nace a partir del Acuerdo 283 del 2 de septiembre de 1995 en donde el Concejo crea el Día del Empleado Público en Villa del Rosario. Nosotros, como hospital, lo que hacemos es adoptar mediante ese Acuerdo un acto administrativo de nuestra institución para decretar el día no laborable para que la gente pueda asistir al evento”, aseguró la funcionaria.

Con esto notificó que el dinero para la rumba no se sacó de ningún otro renglón presupuestal y que la dotación de insumos para los empleados y el almacén están al día. 

Pese a eso, no especificó en detalle cuánta plata gastó en licor para los 70 asistentes que, afirmó, asistieron al Hotel Villa Antigua.

No obstante, Aristides Hernández señala en el oficio enviado a la Contraloría que solo asistieron 40 invitados.

Aparicio León mostró el registro presupuestal en el que se reconoce el pago al subcontratista Luis Fernando Díaz Rubio, quien contrató con el hotel el agasajo. En el documento aparecen detallados los costos de 150 almuerzos, 150 refrigerios, los arreglos florales, el servicio de sonido, la presentación de dos grupos musicales, el alquiler del hotel, el servicio de cuatro meseros y 410 bebidas frías (gaseosas).

El valor ascendió a $9’500.000, pero con los descuentos, la cifra pagada por la institución médica, fue de $8’835.000.

Ni el registro presupuestal  ni la gerenta detallaron el número de botellas de licor y de cerveza consumidas en el lugar ese 5 de octubre.

“Los almuerzos que sobraron se los llevamos a los trabajadores que estaban de turno ese día en el hospital, entre ellos el personal de urgencias y del laboratorio clínico y los conductores”, precisó.

Pero sobre las bebidas embriagantes la gerenta del hospital rosariense dijo desconocer la cantidad consumida. 

 “No recuerdo cuántas botellas de licor o cerveza había, yo solo hice el contrato y él (Luis Fernando Díaz Rubio) suministró lo necesario”, declaró en diálogo con La Opinión.

Admitió que “posiblemente esta sea la causa por la cual la Contraloría está indagando. Pero yo asumo que es por otro lado, que hay una persecución que están manejando y es evidente en todo lado”, expresó la funcionaria.

“El comprobante de egreso para los recursos de la fiesta fue el 0704 y también se usó para rifas, entrega de cubrelechos, ollas a presión y bonos. Mi esposo sí estuvo en la fiesta, fue un invitado especial y solo se quedó al almuerzo”, puntualizó.
(Tomado de la Opinión)

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Anónimo dijo...

NO TODOS LOS ASISTENTES ERAN EMPLEADOS