A dos meses y medio del cierre de la frontera colombo-venezolana, el flujo de pasajeros y de unidades de transporte público por el Terminal de Pasajeros de San Antonio ha caído 75 por ciento, trayendo como consecuencia la disminución significativa de ingresos que el municipio Bolívar percibe por la operatividad de esta instalación fronteriza.
El coordinador del Terminal de Pasajeros de San Antonio, Frank Rojas, explicó que el cruce de fronteras entre los dos países hermanos era “lo que más vida daba al Terminal, ya que un alto porcentaje de los autobuses y carros por puesto que ingresaban o salían de allí cubrían la ruta hacia Villa del Rosario y Cúcuta”.
En condiciones operativas normales, del Terminal salían diariamente unas 350 unidades de transporte público hacia diferentes partes del estado Táchira, como San Cristóbal, Rubio, otros pueblos cercanos, pero el destino más frecuentado era el territorio colombiano, específicamente Cúcuta. Más de 200 unidades se dirigían con pasajeros diariamente hacia el vecino país, a través del puente internacional Simón Bolívar.
Afirmó que 70 por ciento de la flota de transporte que hacía vida en el Terminal de San Antonio cubría esa ruta, a través de las empresas de autobuses Corta Distancia y de carros por puesto Confraternidad, Colven, Fronteras Unidas y otras líneas, las cuales se encuentran paradas desde que el Gobierno ordenó el 19 de agosto el cierre de la frontera colombo-venezolana.
Refirió que también el número de pasajeros que utiliza la ruta San Antonio-San Cristóbal y viceversa disminuyó de manera significativa, ya que muchos de esos usuarios viajaban hacia territorio colombiano.
Disminuyó la recaudación en el Terminal
Debido al bajo flujo de viajeros y por consiguiente de unidades de transporte, la recaudación que percibe el Terminal por la tasa que se cobra a los vehículos se redujo sustancialmente en los últimos meses. El coordinador indicó que entre julio y agosto de este año recaudaron un millón 500 mil bolívares, pero en los meses sucesivos la recaudación ha oscilado entre 100 mil y 140 mil bolívares por mes.
Asimismo, señaló que varios de los comerciantes, específicamente del área de restaurantes, que trabajaban en el Terminal y pagaban el canon de arrendamiento a la administración, cerraron los establecimientos por falta de clientela, motivado al bajo flujo de viajeros.
Además de la baja operatividad por el cierre de la frontera, Rojas señaló que el transporte público de la zona fronteriza se está viendo afectado por la falta de insumos, baterías y repuestos. Ya las empresas que prestan el servicio de transporte de pasajeros están al borde de la quiebra y están paradas por esta causa.
Como no pueden comprar repuestos en Colombia para traer a Venezuela por el cierre de la frontera, estos vehículos se encuentran parados, afectando a la población. Los usuarios están pidiendo que se les preste el servicio de manera eficiente, pero queremos explicarle que un alto porcentaje de las unidades de transporte están paradas por falta de insumos, acotó.
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