Venezuela: un vecino que nos grita auxilio


Por: Sebastián Felipe Gómez

Venezuela arde. La captura del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, le recordó al mundo que nuestro país vecino está sufriendo. Distintas figuras políticas de la oposición han denunciado al gobierno de Hugo Chávez y ahora a Nicolás Maduro por la extensa lista de detenciones ilegales que se vienen realizando en sus mandatos. Organizaciones de derechos humanos afirman que las víctimas son más de 3200 (haga clic acá para ver la fuente). Cúcuta, como ciudad fronteriza, ha recibido en los últimos años a muchos venezolanos frustrados (oprima aquí para ver la fuente) por las condiciones de su nación. Somos su oasis.

Con Ledezma, este tema retumba por segunda vez en los medios comunicación internacionales. Hace un año, Leopoldo López, líder de la oposición fue detenido luego de acusarlo de agitación política. El gobierno argumentó que sus discursos habían alimentado las marchas de principios del 2014 que dejaron 11 muertos y 150 heridos (mire aquí la cifra). A ellos dos se suman cientos de estudiantes, que han sido especialmente perseguidos por el gobierno de Maduro.

Los medios de comunicación han sufrido las consecuencias de esta crisis. Reporteros sin Fronteras, entidad defensora de la libertad de prensa en el mundo, ya ha alertado sobre las constantes censuras a medios en Venezuela. Una de las más emblemáticas fue el cierre de Radio Caracas Televisión. El canal NTN 24 también fue censurado, así como distintos medios locales y comunitarios (mire aquí la fuente). Recientemente, el caricaturista colombiano Vladdo fue acusado por Maduro de hacer parte de un complot liderado desde Bogotá para desestabilizar su gobierno. El detonante de su indignación fue una caricatura en la que el caricaturista usaba el escudo venezolano para evidenciar, con contundencia, las dificultades que viven los ciudadanos. Todo el que opine distinto al presidente corre peligro.

Mientras tanto, cada vez las tiendas y supermercados en Venezuela lucen más desabastecidos. Productos de básicos ya no se encuentran. Nosotros mismos, que estamos en la frontera, hemos podido comprobarlo al visitar San Antonio del Táchira o Ureña.

Cúcuta debe estar alerta. Hacer conciencia ahora es fundamental. No podemos ignorar esta situación. Somos sus vecinos y estamos conectados por la geografía A las autoridades de nuestra ciudad debemos exigirles un plan de contingencia. Cúcuta ya vive momentos difíciles en materia económica y no puede estar desprevenida para recibir la ola migratoria de venezolanos que seguirán viniendo en los próximos meses. Improvisar sería demasiado dañino. Con cautela y organización, seremos los mejores aliados de un país que en este momento nos necesita.

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FUENTE: www.sebastianfelipegomez.com/

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