En Villa del Rosario lo obligaron a bajarse de una buseta para matarlo


El cuerpo de Junior quedó tendido junto a la vía, en el punto donde el sicarió le disparó luego de obligarlo a bajarse de la buseta en la que viajaba. 

Uno de los asesinatos más escalofriantes ocurridos en lo que va del 2015 en Cúcuta y su área metropolitana, tuvo lugar la noche del miércoles en la primera curva que da acceso al municipio de Villa del Rosario.

Promediando las 9 de la noche, dos sujetos que se movilizaban en una moto detuvieron una buseta, encañonaron a su conductor y procedieron a subirse a ella.

Lo que en un principio parecía un asalto, terminó en la ejecución, ante la mirada atónita de los demás pasajeros, del joven de 17 años identificado como Junior Giovany Dueñas y conocido como El Mimo.

Testigos del brutal crimen indicaron a La Opinión que la joven víctima alcanzó a forcejear con el sicario que, arma en mano, lo obligó a bajarse de la buseta para, junto a la vía, asesinarlo de dos disparos. 

“Él trató de defenderse y en ese forcejeo le rompieron la franela que llevaba puesta. Sin embargo, apenas descendió de la buseta le dispararon, matándolo de forma inmediata”, contó uno de los testigos.

Luego de cometido el crimen, el sicario y su compinche huyeron en una moto con rumbo desconocido y sin que hasta el momento hayan sido capturados por las autoridades. 

El comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Jaime Barrera, comentó que el menor de edad había sido aprehendido hace un año por hurto, pero se abstuvo de precisar si el crimen estaba relacionado con este hecho. 

La madre de Junior, en diálogo con La Opinión, fue enfática al afirmar que a su hijo lo mataron los mismos que desde hace meses lo venían amenazando. 

“Que le pregunten a los amigos de él, ellos saben quiénes fueron los que me lo mataron”, agregó la angustiada madre a las afueras de la funeraria donde sería velado su hijo. 

La mujer sostuvo que, en noviembre pasado, se había acercado ante las autoridades a denunciar las amenazas de las que venía siendo objeto su hijo, pero ninguna mostró interés por protegerlo. 

“Lo único que me dijeron fue que lo llevara (no especificó adónde), pero yo no quise, yo pensé que era capaz de cuidarlo”, indicó. 

Según el relato de la mamá de la víctima, la última vez que habló con su hijo fue el día de su muerte hacia la 1:45 de la tarde. 

“Lo llamé para saber cómo estaba, pero apenas me dijo ‘bendición’ se me acabaron los minutos y no pudimos seguir hablando”, comentó.

Pasadas las 9 de la noche, unos amigos de su hijo fueron hasta su casa a decirle que a Junior lo habían matado. 

(*) Foto publicada con autorización de los familiares
Tomado de La Opinión

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