Silencio inquietante en Villa del Rosario


Algo muy grave tiene que estar ocurriendo en Villa del Rosario para que el propio ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, venga a presidir un consejo de seguridad y a formular apreciaciones sombrías sobre ese importante municipio del Área Metropolitana.

La expresión de Cristo sobre que “la gente no está tranquila” no parece una simple declaración para los medios. En realidad, se conoce que las denuncias de líderes cívicos y comunales, en la reserva del consejo de seguridad, fueron graves y en ciertos aspectos dejaron mal parados a algunos sectores de la Policía.

El hecho de que, como lo espera la Policía Metropolitana, tales denuncias no se formulen con todas las formalidades acostumbradas, respaldadas con el nombre de cada quejoso, no significa que no haya algo o mucho de realidad. Al contrario, si las personas que acusan prefieren reservar sus identidades, es precisamente porque tienen temor de que haya represalias. Es un producto de la ley del silencio en la que se mueve el crimen.

Por su ubicación junto a una raya fronteriza, pueblos como Villa del Rosario son, si no inseguros, sí escenario de violaciones permanentes de las leyes penales. Pero, para los habitantes, estos son días de intranquilidad, reconocida por el ministro, derivada de actividades criminales como el tráfico de drogas, el contrabando y la extorsión, agravada por la cada vez más frecuente actividad de asaltantes y ladrones callejeros.

En Villa del Rosario tienen suficiente experiencia como para saber cuándo callar, y el silencio de ahora, inquietante, generalizado, no puede convertirse en un obstáculo que impida a las autoridades cumplir con su deber. Y ese deber comienza con investigar, de la manera más seria y rigurosa posible, las denuncias sobre situaciones de connivencia supuesta de uniformados con criminales a los que toda la comunidad reconoce y teme.

Decidir investigar no significa aceptar que las acusaciones sean necesariamente ciertas, y esto, mejor que nadie, lo sabe la Policía. Como también sabe que cuando son insistentes, es muy probable que algo de realidad haya por debajo de las denuncias.

¿No fue, acaso, Villa del Rosario, el escenario de las páginas más siniestras de la oscura noche paramilitar, en la que fueron protagonistas feroces criminales conjuntados con agentes del Estado? Quizás las denuncias iniciales se obviaron, y el fenómeno creció de tal manera que se hizo casi incontenible.

Por la época, el silencio de las gentes se hizo infranqueable. Y es muy preocupante que matices de ese silencio se estén registrando de nuevo en las mismas calles que ya se anegaron en sangre. Por fortuna, esta vez el ministro del Interior, tiene noción cercana de lo que viven los ciudadanos de un pueblo cuyo dolor él siente.

Puede ocurrir, pero no es usual, que líderes ciudadanos le mientan a un consejo de seguridad con ministro a bordo. Por eso, a esos voceros, que acogen, como lo deben hacer, los rumores, las consejas y las versiones callejeras de lo que supuestamente pasa, hay que creerles, mientras no se les demuestre que no decían la verdad.

Y, por eso, a todas las autoridades les corresponde hacer, con el profesionalismo, el rigor y determinación que las circunstancias de hoy exigen, una triple tarea ineludible: investigar, investigar, investigar.

Si a pesar del silencio ominoso que gravita en Villa del Rosario y en otras zonas del Área Metropolitana, a ciudadanos se les escapa decir que no quieren ver más que algunos policías sean amigos de los criminales, dejar de investigar puede ser mucho más peligroso que investigar. 

Y, caiga quien caiga, hay someter a la justicia a todos los responsables, sean quienes sean. Es lo más elemental que se tiene que hacer.

3 Realice Su comentario Aquí:

Anónimo dijo...

Excelente artículo.

Anónimo dijo...

Buenos dias, muchos queremos saber que ha pasado con el parque los libertadores. Prometieron entregarlo para las fiestas decembrinas más el panorama es de total desolación de una obra inconclusa quien aclara este tema. Por favor esperamos el pronunciamiento de los concejales, el personero, el ingeniero encargado de la obra, el alcalde, asojuntas. La comunidad necesita donde pasar sus fiestas de diciembre y algo que mostrar a los visitantes. No estoy a favor ni en contra de nadie solo queremos un pronunciamiento, esperamos que este prestigioso medio sea imparcial y trate la noticia con el mayor profesionalismo. Lo mismo que el complejo ferial que se hizó la plata ? tengo entendido que despues del incidente se desembolso mas dinero.

Teresa dijo...

Los invitamos a visitar junto con su familiares el parquecito del barrio fatima con poco hemos hecho mucho para recibir a propios y extraños, pequese la rodadita. Gracias inmensas a la gente de alumbrado público.