“Se acrecentaron los abusos con rotación de militares”


Habitantes  y trabajadores de la frontera  denunciaron que con el reemplazo de los soldados “boinas rojas”  de la Brigada de Paracaidistas por  militares de la brigada de cazadores del Ejército,  se acrecentaron los abusos en contra de la población de  San Antonio y Ureña y de los trabajadores colombianos que vienen a  laborar en la  frontera venezolana.

Personas que viven en el lado colombiano y  laboran en San Antonio,  han denunciado que los soldados  ahora se han dado a la tarea  de revisar el  bolso donde  traen el almuerzo  y cuando  van de regreso hacia  territorio  colombiano  les  retienen “hasta un  kilo de verduras”,   lo  cual consideran  es un atropello en contra de  gente  honrada que solo viene a trabajar en empresas y comercios  venezolanos.

El abogado y habitante de San Antonio del Táchira, Jorge Valenzuela,  dijo que debido a las medidas que ha tomado el Gobierno nacional y regional  para contrarrestar  el delito de contrabando, se  ha observado  una serie de  cambios  y rotaciones del  personal de los diferentes organismos armados, “teníamos allí a los  llamados ´boinas  rojas´  y  hubo muchas quejas de parte de la  población por distintos hechos y ahora  optaron por  enviar a otra brigada del Ejército que usa  sombrero,  pero  ahora  la situación es  peor”.

Dijo que personalmente fue víctima de esos abusos  en el  punto de control del antiguo Peaje de San Antonio,  donde los soldados  le pretendían  quitar un mercado familiar que traía de San Cristóbal  para su casa.

Pidió a las  autoridades gubernamentales y militares  que para ejercer  esos  controles traigan  personal preparado,  con  conocimiento  en materia aduanera,  derechos humanos, trato hacia  la ciudadanía y  conocedora de la  realidad que se vive en la frontera,  porque “no es con medidas represivas  y arbitrarias como se va a solventar el problema del contrabando. Se requiere  también inteligencia  y mucho tacto  para detectar  a quien realmente está delinquiendo, y  someterlo a los  órganos  jurisdiccionales”.

Expresó que no es arremetiendo contra la gente humilde  y la población  de San Antonio o Ureña, que  por necesidad  debe  ir a hacer mercado en San Cristóbal,  como  van a tener acierto en la lucha contra el contrabando.  La población de  la frontera venezolano ahora tiene  más  problemas  que antes  para  surtirse de los pocos  productos que  se encuentran en  San Cristóbal,  porque los militares  que están destacados  en el punto de control del Peaje  erróneamente tienen la percepción  de que todo  lo que viene para la frontera,  va de contrabando para  Colombia, y no es así.

Los usuarios de la vía San Antonio-Peracal  también se quejan por  las largas colas de vehículos que se originan en la alcabala del Ejército en el Peaje, donde  los  soldados revisan carro por carro. Consideran que esa revisión  debería  ejecutarse en la alcabala ubicada en la entrada al puente internacional,  pero no en el Peaje.

Valenzuela dijo que  desafortunadamente  no ven  la efectividad de  los  controles contra el contrabando,  porque no se ve abundancia  de productos de la cesta  básica  en  los supermercados de San Antonio,  mientras que a la localidad de La Parada, al  otro lado del puente internacional,  sí siguen  llegando  tanto los alimentos como el combustible venezolano.

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