Ocho años de cárcel por traficar armamento para los Urabeños


En el allanamiento a la vivienda donde fue capturado El Escolta, las autoridaees encontraron un revólver y una escopeta. Fue detenido junto a 13 personas.

“Era un mal elemento para la organización, postura que también compartía Visaje, al punto de haber ordenado su muerte, la cual, se vio frustrada por su captura…”, señala un aparte de la declaración rendida por El Mico, en contra de Boris Douglas Sánchez Garza, condenado esta semana a 8 años, 3 meses y 23 días de prisión.

Sánchez Garza, conocido como El Escolta o Petri, fue detenido el 25 de octubre de 2013 en desarrollo de la Operación Némesis de la Sijín, en coordinación con la Fiscalía 69 de la Unidad Nacional contra las Bandas Emergentes, señalado de ser el encargado de la consecución y suministro de armas de fuego y munición para la organización delincuencial de los Urabeños. 

En el allanamiento a una vivienda en el barrio Gramalote (Villa del Rosario) le incautaron un revólver y una escopeta.

Un juzgado de Cúcuta aceptó esta semana el preacuerdo firmado entre el abogado de Sánchez Garza y la Fiscalía, en el cual aceptó los cargos a cambio de recibir una rebaja del 50 por ciento en la pena por concierto para delinquir agravado y porte ilegal de armas.


Las pruebas



Según El Mico (Volmar Claro), quien fue cabecilla de los Urabeños y se entregó a las autoridades, El Escolta les ayudaba a conseguir armas y municiones en Cúcuta, pero en una de esas negociaciones una de las armas que les vendió resultó ser de aluminio.

Razón por la cual, se rompieron las relaciones y surgió la desconfianza de Carlos Andrés Palencia, Visaje, máximo comandante en Norte de Santander, quien fue detenido en Madrid (España) y hoy está recluido en la cárcel de Cómbita (Boyacá). 

“El Escolta le conseguía a El Lobo (comandante capturado) armas largas, municiones y material de intendencia, por lo que se ganaba un porcentaje… también se le pagaba por verificar los antecedentes o las  órdenes de captura”, agregó El Mico en su declaración.

Pero no solo El Mico, otros integrantes de la misma organización capturados por las autoridades lo señalaron de suministrar información acerca de cuándo la Policía iba a hacer un operativo en contra de la organización delincuencial, cobrar hasta $250.000 por verificar supuestamente las órdenes de captura y hasta el cobro de extorsiones.

Según se conoció, El Escolta aprovechaba su condición como conductor de una funcionaria judicial, para hacer creer que tenía ‘contactos’ entre las autoridades. 

Sumado a ello, utilizaba sin  permiso e ilegalmente el vehículo oficial para reunirse con miembros de la organización o transportar elementos, lo que le daba credibilidad. Además tenía permiso para portar un arma de fuego. 

“Acostumbraba a ‘chicanear’ con el carro subiendo mujeres con las que salía ocasionalmente…. Alias Candado (capturado) lo llevaba en la ‘mala’  porque era muy bocón, grosero, pedante, poca gente lo quería. Su carácter es violento”, señaló otro declarante.

Dichos señalamientos, además de interceptaciones telefónicas,  seguimientos, reconocimientos y otras pruebas con que contaba la Fiscalía llevaron a que El Escolta se acogiera a sentencia anticipada. Al término de la diligencia fue trasladado a la cárcel de Cúcuta, donde deberá purgar la pena. 
Tomado de La Opinión

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