Venezolana es hallada sin vida en una residencia



La muerte ingresó a una residencia del corregimiento La Parada, Villa del Rosario, disfrazada de amor. La historia se empezó a tejer cuando una pareja alquiló la habitación número 8 y, pasadas 11 horas, los trabajadores encontraron sin vida a una venezolana de 41 años.

Lo más extraño del caso: el hombre que acompañaba a Doris Matilde Vera Carrillo abandonó la habitación a las 3 de la madrugada, afirmando que ella saldría más tarde.

“Salió en un carro”, dijo una persona cercana al caso, quien pidió no revelar su nombre para evitar poner su vida en peligro. No entregó más detalles sobre el automotor.

El hombre se abstuvo de entregar más detalles sobre el sospechoso cliente, quien, por ahora, es buscado por las autoridades judiciales.


Alquilaron la habitación en la noche


Testigos aseguraron que la pareja alquiló la habitación el lunes a las 10 de la noche, lo que, inicialmente no despertó algún tipo de sospecha sobre la tragedia.

“Pagaron 12 horas de servicio. A las 3 de la madrugada el hombre salió de la habitación y dijo que ella se iba a quedar sola mientras se cumplía la hora. Se fue en un carro”, relató una fuente judicial.

Seis horas más tarde, a las 9 de la mañana de ayer, los empleados que asumieron el turno dieron aviso a la Policía de una extraña situación. La mujer estaba muerta.

Su cuerpo estaba, bocabajo, sobre la cama. No presentaba heridas causadas por arma de fuego o cortopunzante.

“En este momento es complicado saber qué originó la muerte. Hay serios indicios de que pudo ser un homicidio generado por asfixia mecánica, pero solo se sabrá con la necropsia que efectúen los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal”, explicaron uniformados que asumieron la investigación.

De ser un homicidio, Doris Matilde Vera Carrillo sería la cuarta mujer asesinada en Cúcuta y su área metropolitana en lo corrido de este año.

Dos mujeres fueron asesinadas a bala, por desconocidos, en los barrios Virgilio Barco y La Florida. Otra murió luego de que su esposo le disparara, en Oripaya.

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