Exportar a Venezuela se ha convertido en una ‘misión imposible’


Para los vendedores de arcilla de Cúcuta la relación con Venezuela es cada vez más dramática. Mientras el año pasado, una empresa pequeña, con un dólar de 4,30 bolívares exportaba alrededor de US$150.000 mensuales, por 750 toneladas, con la devaluación propuesta, esa misma cantidad costaría casi US$225.000, lo que los hace perder competitividad.

“En este momento estamos en una situación y es en que no sabemos cuáles son los términos de pago a la fecha”, aseguró el presidente gremial de Induarcilla, Jairo Yañez.

Esta situación se replica en otros sectores. Javier Díaz, presidente de la Asociación de Nacional de Exportadores (Analdex), dijo que los comerciantes de frontera se verán afectados pues los colombianos tratarán de ir a comprar a Venezuela, pero el caso contrario ocurrirá para el comercio colombiano pues los productos se encarecerán en 46,5% para los habitantes del país vecino. “Los comerciantes tendrán una coyuntura bien difícil, pero este efecto es temporal, durará dos o tres meses mientras la inflación anula el efecto de la devaluación”.

Pero además, del precio, otras preguntas surgen del proceso de reestructuración de divisas que se llevó a cabo en Venezuela y que produjo una devaluación del 46,5% del bolívar (bs), y que lo llevó de 4,30 bs/dólar a 6,30 bs/dólar.

Para el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados, lo esencial pasa por la consecución de las divisas. Con la devaluación tendrá que salir al mercado más dinero, pero además los importadores tendrán que sudar más para conseguir los dólares que les permiten productos. De acuerdo con las cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), entre enero y noviembre del año pasado se exportaron US$2.515 millones a Venezuela y era una actividad comercial que se estaba reactivando al alcanzar una variación de 62% frente al mismo periodo de 2011. Pero con esta situación vender a Venezuela se vuelve casi una misión imposible.

Solamente hasta hoy se conocerá realmente el alcance de la medida, pero con el anuncio de la devaluación, y la operación del nuevo Órgano Superior de Optimización del Sistema Cambiario, se prevén grandes cambios en cómo se realizarán los pagos. Lo primero es que se eliminó el Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Sitme). Su función era la asignación de divisas, en el caso de los empresarios, para productos y servicios no prioritarios, es decir, con mayor valor agregado a 5,30 bs/dólar.

Con el Órgano se busca establecer nuevas prioridades a la hora de importar, se centralizarán los Certificados de Producción en función de los objetivos de la industria nacional y solamente habrá una tasa de cambio de 6,30 bs/dólar, lo que implica que se “hace más restrictivo y selectivo el control de cambio”, señaló la directora de estudios económicos de la Cámara de Colombo Venezolana (CCV), Ana María Camacho. 

En esta medida, preocupa qué pasará con las compras que realiza el país en productos industriales, manufactureros, y en la agro industria, alimentos procesados. Por lo que textiles, confecciones, muebles y calzado serán algunos de los afectados. No pasará lo mismo con productos de primera necesidad como farmacéuticos y productos de aseo que Colombia exporta y que tienen claro su trámite.

Sobre este tema el vocero de Proditexco, Gustavo Sepúlveda, con este tipo de cambio al menos hay una misma regla de juego para todos los productos. “los textiles y confecciones siempre pagaron más”.

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