Perros callejeros se tomaron a Villa del Rosario



Cuidado. Una amenaza de cuatro patas, peluda y con colmillos capaces de traspasar la piel se está apoderando de Villa del Rosario. Se trata de una proliferación de perros callejeros que tiene azotados a los habitantes y que encamina la situación a volverla un problema de salud pública que, entre otras, ha encendido las alarmas en el Hospital Jorge Cristo Sahium y en la Secretaría de Salud del municipio.

Aunque se declara amante de los perros, la titular de este despacho, Claudia Xiomara Jaimes Ochoa, ha iniciado una campaña para controlar a estos animales sin dueño que muerden a diestra y siniestra y evitar futuros brotes de rabia en el municipio histórico.

Lo que ha generado esta cadena de ladridos, mordeduras y colmillos enterrados en brazos y piernas es que la problemática se haya convertido en la segunda causa de atención en el centro hospitalario. Después de los pacientes con tensión alta, siguen las personas atacadas por perros callejeros.

La alarma la encendió la Secretaría de Salud, que reveló las cifras de personas que han sido víctimas de los canes. En mayo, por ejemplo,  33 ciudadanos fueron recibidos en el centro asistencial rosariense bajo esa patología. En concepto de Claudia Xiomara Jaimes Ochoa, es  ‘inaudito e increíble’ que los perros se les estén saliendo de las manos a las autoridades.

Ella, dueña de Lucas Andrés y Sasha, dos french poodle, asegura que es necesario que el Instituto Departamental de Salud (IDS) ponga la lupa en el municipio para evitar que las mordeduras de perros se catapulten al primer lugar, en cuanto a la atención médica se refiere.

“Sí es la segunda causa de morbilidad, pero hay que aclarar que es la primera en eventos de salud pública. Esto se ha convertido en un problema porque en mayo hubo 33 casos de personas mordidas. Era fácil encontrar casi a diario en el hospital dos o tres pacientes por eso”.

La primera reacción de la secretaria fue solicitar de inmediato un carro jaula o perrera móvil para la recolección de los animales que deambulan por las vías. 

Pero se llevó la sorpresa de que para los 40 municipios de Norte de Santander hay un solo vehículo de esas características. No obstante, logró que todos lunes el automotor salga a buscar a los mordelones de cuatro patas, en esa localidad fronteriza.

En junio los casos disminuyeron a 25, y en lo que va corrido de julio, ya 17 pacientes han sido víctimas de las exposiciones rábicas.

“Con el carro que prestó el IDS se han hecho tres recolecciones de perros callejeros. En la primera se recogieron 12 caninos, en la segunda 22 y en la tercera 32 para un total de 66 perros sin dueño que hemos llevado al centro de Zoonosis de Cúcuta. Allí los bañan, los vacunan y quedan a disposición para otros procedimientos”, expresó la funcionaria.

Sin embargo, ayer, cuando se hacía un recorrido por Villa del Rosario para evidenciar el peligro, se encontró el caso de Wilber Mendoza, un niño que pasó a ser el caso número 17 de julio por mordeduras caninas. 

Su madre, María Carrillo, comentó que un perro le clavó al niño tres de sus colmillos en el brazo izquierdo. Aclaró que el can es de su propiedad pero, en el momento del ataque estaba suelto y su víctima fue el menor, de 14 años.

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