Apasionado de la gestión cultural y admirador de Santander



El viernes cumplió 69 años y manifiesta que espera terminar sus días en la lucha por la cultura. Afirma que la principal falencia que hay en ese campo en el departamento, es que no hay sentido de pertenencia de los ciudadanos y los gobernantes.


Jesús Alberto Rojas Contreras es el director de la Casa del General Santander, en Villa del Rosario. Cuenta con una amplia trayectoria en la gestión cultural.



En diálogo con él, manifestó ser un admirador de la vida y obra del Hombre de las Leyes, analizó las principales fallas que hay en el sistema cultural de la región, y dejó indagar por algunos aspectos de su vida, de los cuales se siente orgulloso.



Para escribir de Santander dice que se convierte en un niño y se va detrás de él para narrar las historias, a las que les imprime un componente educativo y de valores.



Rojas es natural de Salazar de las Palmas, se graduó en 1962 del colegio Sagrado Corazón de Jesús, y afirma que desde niño sintió afinidad con la cultura. En su época de estudios era el que organizaba los centros literarios.



¿Cuáles son sus logros como gestor cultural?

Haber estado en la dirección de Corpatrimonio y en la secretaría técnica del  Consejo Departamental de Patrimonio. Fundé el colegio militar en 1998, con el ánimo de defender la filosofía de Francisco de Paula Santander. Más recientemente, batir record en visitas a la Casa de Santander (5.200).



¿A los 69 años siente que tiene proyectos pendientes?

Quiero seguir en la gestión cultural y apoyar el proyecto de recuperación del Complejo Histórico de Villa del Rosario. En lo personal, terminar otro libro sobre Santander que analiza aspectos de su vida desde un punto de vista filosófico, y terminar una novela costumbrista basada en mis vivencias.


¿Cómo se describe?

Mis hijos dicen que soy el mejor papá del mundo, y aunque todos los hijos les dicen lo mismo de sus padres, siento que es así.


¿Cómo era la cultura en su época de estudios?

No existía la Ley de Cultura, pero había más sentido de pertenencia. Recuerdo que la gente sentía más ganas de cultura, íbamos al parque a las retretas, y se motivaba para pertenecer a la coral del colegio. También se organizaban salidas a otras partes donde visitaba los museos. 



¿Qué le preocupa culturalmente hablando?

La generación de relevo para quienes apreciamos y damos interés a la cultura.



¿Qué publicaciones tiene?

Tengo varios libros y cartillas sobre Santander. En el 2010, construí una ponencia que se presentó en el Congreso Internacional Bolivariano en Santa Marta. Tengo algunas publicaciones sobre el patrimonio de Cúcuta y el departamento.



¿Cuál son las falencias en gestión cultural?

Que no hay recursos suficientes para la inversión en cultura, y existe descuido de parte de los entes territoriales. Además, que en muchos municipios no existen los consejos de cultura, que cumplen un papel fundamental. Otra falencia es la inestabilidad de los secretarios de cultura.


¿Cuál es la importancia de los consejos de cultura?

Son entes que potencian el desarrollo cultural, y el visto bueno de los consejos de cultura a proyectos que buscan gestionar recursos, suma puntos. 


¿En qué influye la pérdida del sentido de pertenencia?

Causa el desconocimiento de lo nuestro, de los hechos históricos que han marcado la vida de la región.



¿Qué falló para que se perdiera?

Creo que es una sumatoria de muchos hechos. La educación se debilitó y hace 40 años se reformó los contenidos de la educación en Colombia y desaparecieron las cátedras sobre historia, geografía, urbanidad e instrucción cívica. Por la generación a la que pertenezco considero que esas materias eran fundamentales. También ha influido el Estado.



¿Cuáles son los hechos históricos todo nortesantanderano debe saber?

Un día le pregunté a un niño quién era Santander, y me dijo que el señor que vende bolívares en el parque. Si parto de esa anécdota, es para afirmar que muchos nortesantandereanos no saben quién fue Francisco de Paula Santander. Otros hechos son la Batalla de Cúcuta, la Gran Convención de Ocaña. El departamento es el que más historia tiene en la época independentista, acá está el cordón umbilical de Colombia porque en 1821, en el Congreso de Cúcuta, nació la Gran Colombia.



¿Qué pasó en la evolución para que Cúcuta perdiera su importancia?

La generación de auge de otras épocas quedó en el pasado, y cuando no se quiere la región todo se pierde. Tuvimos fábricas de losas, la primera red telefónica, el primer ferrocarril comercial del país, fuimos la cuna del café y los primeros en exportarlo.

Tomado de la Opinión

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