Un ingeniero civil hacedor de colegios



Hace 41 años llegó a Cúcuta después de graduarse de ingeniero civil en la  Universidad Javeriana de Bogotá, de donde es oriundo. Empezó a trabajar en la fábrica Cementos del Norte.
 
Aquí conoció a la que hoy es su esposa: Marcela García Herreros, con quien tuvo tres hijos: Alejandro, Nicolás y Catalina.

David Figueroa Sierra vivía de su profesión, pero también se preocupaba por la carencia de alternativa para la educación. Por eso, en una reunión de amigos, surgió la idea de crear el Gimnasio Los Almendros, sin ánimo de lucro. Apostaron a esa iniciativa su esposa Marcela García Herreros,  Gonzalo Unda, María Eugenia Lara de Unda, Jairo Yáñez, Juan Pabón, Álvaro Landínez y Jairo Ontiveros. El primer rector fue Ramón Caro Acevedo. 

Las clases se iniciaron, hace 20 años, en una sede alquilada, vía a El Pórtico, con 19 estudiantes que aceptaron el riesgo en esa aventura. Era ideal por lo alejada del corazón de Cúcuta, pero les preocupaba su cercanía al Batallón del Grupo Maza. Sin embargo,  allí permaneció 14 años. 

En esa  época los hombres terminaban la primaria en el Domingo Savio y no sabían dónde continuar la secundaria. Las mujeres tenían más opciones.  El Gimnasio Los Almendros le apostó a abrir las aulas del primero de bachillerato para recibir a hombres y mujeres. Esa modalidad tampoco existía. A los pocos años el Calasanz también se convirtió en mixto.

Hoy tiene 270 alumnos en total (primaria y secundaria), pero la lejanía de Cúcuta es desventaja por la movilidad y por eso el número de estudiantes es escaso. Ahora funciona en Villa del Rosario.

Figueroa Sierra, quien es el presidente de los dos consejos, aclaró que en Los Almendros no existen socios. Nadie es dueño. El consejo superior lo conforman los fundadores y las personas que a través del tiempo han venido colaborando. Y el consejo directivo (integrado por padres de familias)  es el que está pendiente de reunirse periódicamente,  examina cómo va el proceso y atiende  la parte financiera.

Considera que 20 años en la vida de un colegio es corto, pero han sacado 15 promociones de las que se siente orgulloso, entre ellas sus dos hijos menores, que hoy son profesionales.

El alto rendimiento de los egresados se ha visto reflejado en las pruebas de Estado que han ubicado al Gimnasio en Muy Superior y cuatro de sus exalumnos están en el exterior en busca de doctorados.

El nombre fue escogido en una lluvia de ideas. Y la explicación de Gimnasio es porque es el ejercicio mental y Almendros por ser árbol típico de Cúcuta, aunque en esa época no había plantado ni uno. 

Futuro bilingüismo

Ese ideal viene rondándole hace dos décadas, pero las cifras nunca le cuadraban. No era fácil en la práctica. El personal tocaba importarlo. No sólo era dictar inglés sino que todas las materias se explicaran en ambos idiomas.

Sin embargo, el paso grande lo dio el año pasado al abrir el preescolar “Aquí entre niños kínder garden” que nace como un trampolín para que en el 2014 ingresen directamente a Los Almendros, que también empezará la era del bilingüismo.

Ese preescolar sí es con ánimo de lucro, gerenciado por su esposa Marcela García Herreros,  y `hermanito menor` de otro que fundó hace diez años: `Aquí entre niños`.

El ingeniero civil que ancló en Cúcuta hace más de cuatro décadas se ha convertido también en un hacedor de colegios.

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