La toma de Cesar Parra

Por: CESAR AUGUSTO PARRA MENDEZ. Ph.D
Facultad de Artes y Humanidades
Universidad de Pamplona




Profesoras y Profesores
Estudiantes, trabajadores y Comunidad en General.

Un saludo solidario,

La administración de la Universidad de Pamplona, (que parece olvidar la sanción proferida por el Ministerio del Trabajo del Municipio de Pamplona, por 28 millones cuatrocientos mil pesos por: persecución sindical, acoso laboral y no respetar el derecho a la libre asociación), decide entablar en contra de un grupo de docentes (dentro de los que me incluyen) , una denuncia ante la Procuraduría General de la Nación por la presunta “toma” de las instalaciones del claustro universitario; delicada situación que nos obliga, a las víctimas de dicha denuncia, a pronunciarnos para conservar nuestra integridad física y la de nuestra familias, pues este tipo de denuncias en un país donde los procesos sindicales y la protesta pacífica son criminalizados, “acusar de una toma”, implica ponerle una lápida en la espalda a los denunciados y a sus familias, o, en el mejor de los casos, someterlos al exilio.

Es de vital importancia “tomarnos” la palabra, y denunciar la persecución de la que somos víctimas, pues nuestras vidas corren riesgo, y, de ocurrirnos algo, ya sabrán ustedes dónde ubicar las causas de estos execrables hechos.

Se me acusa de una toma, cuando a decir verdad, la denuncia no alude a todo el listado de “tomas” que habitualmente realizo y que referencio a continuación para ayudar en la investigación emprendida por los mecanismos de control de la universidad:

Me tomo… el derecho a opinar en un medio donde la palabra es asfixiada por la represión enmascarada de humanismo.

Me tomo… el derecho a repudiar la “antropofagia y canibalismo académico” en el que docentes en cargos administrativos, atacan, persiguen e intentan devorar a otros docentes.

Me tomo… el derecho a defender la deplorable situación que padecen los mal llamados Docentes Ocasionales. (Sentencia No. C-006/96 Corte Constitucional) http://www.aspucol.org/12-sentencias/12-sentencia-c006.htm

Me tomo… el derecho a criticar (Ejercicio del criterio según Sábato)

Me tomo el derecho a denunciar los falsos “feminismos de camándula” que persiguen y enjuician a mujeres docentes y sindicalistas. (Denunciemos dicha práctica a nivel nacional e internacional para que no se desvirtúe la ingente e histórica lucha de las feministas)

Me tomo… diariamente la academia en mi ejercicio docente, creyendo fielmente en el respeto a la crítica y la diferencia.

Me tomo… el derecho a proteger y defender a los estudiantes de las golpizas que caen a diestra y solo a diestra.

Me tomo… el derecho a no participar en las convocatorias amañadas diseñadas por los mercachifles de la educación.

Me tomo… el derecho a denunciar la corrupción, nepotismo y el clientelismo.

Me tomo… el derecho a exigir procesos democráticos al interior de la universidad.

Me tomo… el derecho a optar por una postura política, es decir, académica que no es lo mismo pero es igual, bajo la cual expongo mis denuncias.

Me tomo… el derecho a denunciar a los falsos humanistas, falsos sindicalistas y sus falsas máscaras de “Equidad y restablecimiento de confianzas”

Me tomo… El derecho a la interpelación, bajo la acepción de Althusser, o, parafraseando a Judith Buttler: “Sintiendo el llamado de la ley”

En el discurso de “toma de posesión” la administración anunciaba citando a Maite Larrauri: “el huracán avanza alegremente…” ya se advertía, un huracán que en tres años ha avanzado dejando a su paso… lo que dejan todos los huracanes… ¿qué opinaría Larrauri de toda esta farsa enmascarada de pseudofeminismo?

Que vergüenza con las feministas de verdad, aquellas que han sido forjadas en un acontecer político de auténtico compromiso social y humano, no en este “marianismo” conservadurista que ataca por la espalda a quienes éticamente denuncian la inequidad.

Aún sigo preguntándome… ¿La academia al servicio de la vida? ¿Academia que criminaliza la protesta exponiendo a los sindicalistas al huracán de la muerte? ¿Podrá existir mayor antinomia al interior de nuestra Universidad?

Amigas y amigos

Ya vapulearon vilmente a nuestros estudiantes, no permitamos que lo mismo ocurra con los docentes. Pretenden callarnos e inyectar en nosotros el gusano del miedo, y paralizar nuestra conciencia, porque saben que en últimas, nuestro objetivo común es la defensa real de La universidad pública, es decir, y aunque no lo parezca: de la Universidad de Pamplona.

CESAR AUGUSTO PARRA MENDEZ PhD
Docente de la Universidad de Pamplona.
Mal e ilegalmente llamado Docente Ocasional. (Sentencia No. C-006/96 Corte Constitucional)

Por último: Me tomo La calle Real en el Segundo CALLEREALAZO. Febrero 23 de 2 de la tarde a 8 de la noche.

1 Realice Su comentario Aquí:

Alberto Martinez dijo...

Mi completa solidaridad con el docente Cesar Augusto Parra Mendez quien sufre la persecusión encarnizada de las directivas de la Universidad de Pamplona.

Esto nos recuerda la época del terror que sufrieron nuestros docentes con el indeseable coico de Octavio Martinez Acuña, quien emprendio una persecusión indiscriminada contra los maestros que tenian vinculación municipal, contra estos se cometieron todo tipo de abusos y humillaciones, algunos se fueron en busca de mejores condiciones y otros muy valientes soportaron hasta lograr obtener su vinculación oficial.

Mi reconocimiento a todos estos docentes que con su valentía dignifican esta bella pero ingrata profesión.