Evocación a Camilo Daza


Por: Coronel José Manuel Villalobos Barradas
En Camilo Daza se conjugó toda una época de la aviación colombiana, con la que transpasó el umbral de la historia en nimbos de grandeza, legándole al país la herencia de glorias imponderables que se volvieron parte del patrimonio nacional.
Camilo y el cielo. Hombre y avión. Son conceptos inseparables, porque querer aislarlos para considerar su esencia individual equivaldría a aceptar el día sin luz y la noche sin sombra.
La presencia de Camilo perdura más allá de la muerte. Se siente al evocar la aventura de Icaro. Se percibe en el aire. Se adivina igual en el rumor de la hélice que en el tronar supersónico. Porque vivió desde su infancia el milagro de los hermanos Wright. Emuló las proezas de Lilienthal. Se encumbró sobre la patria en biplanos de tela pincelada de muerte. Cruzó infinitas veces los andes dominando con mano firme nubes y tempestades. Quiso ser colibrí y se posó en el viento.
Camilo nació definitivamente grande. Desde muy niño el vigor de su recia contextura se apreciaba adecuada para la inmensidad de su alma y la tenacidad de su férrea voluntad. Esas tres condiciones distinguirían por siempre en físico y lo espiritual, a ese gigante con mirada de águila y sonrisa de párvulo bueno, y le abrirían el horizonte para que pudiera remontarse a las alturas con su acerbo inextinguible de ilusiones.
No hubo lucha que eludiera, en pos de su ideal. Fue audaz y fue valiente. Pudo sobrevivir en momentos adversos, porque jamás perdió ni la serenidad ni la fe.
Fue el completo coloso de los aires que acunó entre sus brazos la aviación nacional.
Para evocar a Camilo, hay que buscarlo solamente en las nubes, alzar la vista y fijarla en el cielo, para que allí surja su noble cabeza de facciones morenas, enmarcadas entre tupidas cejas, montada sobre el granítico pedestal de su estatura. Esta será la eterna imagen de Camilo Daza, recostada en el viento, porque no puede haber día sin luz, noche desprovista de sombra.


Notas relacionadas


* 22 de Septiembre de 1.922 aterrizaje del capitán Camilo Daza en Villa del Rosario

4 Realice Su comentario Aquí:

robin dijo...

Santa cachucha batman hablando de pajaros voladores que hay de la vida del chulo Franco que no se volvio a ver por estos lados

Anónimo dijo...

No sea sapo castañeda a usted le da miedo frentear a la alcaldesa por que se escuda detras de un microfono vaya el viernes que le vamos a dar la palabra a ver si es el mismo gallito

Celina Orozco dijo...

Quién es el imbécil que va a perder el tiempo escuchando las mentiras de la peor y la más corrupta administración de todos los tiempos. Dejen el revanchismo con Castañeda que ha sido el único periodista que no se ha amangualado con la banda de capitanejo.
Los que defienden la vergûenza de mandato de la coica Emperatriz fueron durante estos desgraciados 4 años sus cómplices más lambemicas, y tan culpables como ella del robo de los dineros públicos. Debieran volver a su antiguo rastrojo para no seguir haciendo tanto daño en una tierra que no es la de ellos.
Gracias a Dios, faltan 9 días para limpiar el establo en que está convertido el Palacio Municipal y para encabezar los procesos por corrupción en su contra.
El 1º de enero diremos como nuestro himno nacional: "Cesó la horrible noche".

Anónimo dijo...

y VAN A CONTAR LOS DIAS CUANDO SOCHA NO CULPLA Y VAN HACER MAS ORRIBLES NOCHES Y DIAS PARA VILLA DEL ROSARIO.