‘Tire y afloje’ entre Eicviro y Secretaría de Aguas por falta del líquido


En la captación de la bocatoma, ubicada en el corregimiento de Juan Frío, el barro y lodo del río Táchira afecta la prestación del servicio. Una rejilla agolpa hojas de árboles y no dejan pasar el agua.
Lo que temen las directivas de las Empresas Municipales de Villa del Rosario (Eicviro) es que se vuelva costumbre de la comunidad romper los tubos para captar un poco de agua, como sucedió el martes pasado en el barrio la Palmita, donde según sus directivas, parte de los residentes protestó por la falta del líquido vital y acudió a una tubería para extraerlo.

La sorpresa de la gente fue no encontrar ni una gota de agua, pues desde la toma de captación, ubicada en el corregimiento de Juan Frío, un cúmulo de hojas de árboles bloquean su paso.

El gerente de Eicviro, Sergio Díaz, explicó que las hojas se han agolpado sobre una rejilla por donde debería pasar el líquido vital, obstaculizando su paso.

“Por eso es que no hay agua. No nos entra agua al municipio porque la obra está mal hecha”, comentó Sergio Díaz, al referirse a una de las obras que el Plan Departamental de Aguas, por medio de la Secretaría de Aguas de Norte de Santander inició en el lugar.

“Los barrotes de la rejilla están muy pegados, por eso se le propuso a la gente del Plan Departamental quitar algunos de por medio porque las hojas que trae el río Táchira se agolpan en la reja y no dejan pasar el agua”, aseveró el gerente.

Por su parte, el director operativo de Eicviro, Fernando Moros, añadió que desde el Plan Departamental de Aguas recibieron contestación a la propuesta: “ellos no accedieron porque aseguran que eso no hace parte de los estudios y diseños hechos previamente”.

Las obras obedecen a una intervención de mayor volumen que se iniciaron por parte de la Secretaría de Aguas en la zona de captación del líquido, donde también, el gerente de la empresa denunció que el Plan Departamental de Aguas nunca dio aviso de cuando iban a sus pender el servicio.

“Ellos quitaron el agua sin consultarle a nadie, quitaron los tubos del acueducto para acabar la obra; nosotros no fuimos los contratantes, ni siquiera somos los supervisores, solo vamos y miramos cómo va lo del acueducto porque nunca nos han dejado ver el contrato”, resaltó Díaz.

En contra parte, el secretario de Aguas de Norte de Santander, Rafael Segundo Ramírez, había anunciado que la obra no se había iniciado antes porque para aquella época se estaban desarrollando las campañas políticas de candidatos a las Alcaldías y Gobernación, entre otros. El tema quedó postergado para el 8 de noviembre, cuando se reanudaron las obras en la captación de la bocatoma en Juan Frío para encauzar el río y levantar un muro de concreto que le diera más presión al agua y mejor calidad; el funcionario resaltó que se postergó el inicio para evitar proselitismo en las fechas.

Lo cierto es que tanto el retiro de las tuberías de la captación como la cantidad de hojas que taponan la rejilla por donde se filtra el agua tienen en jaque a los habitantes de Villa del Rosario desde hace 20 o 25 días, dependiendo el sector, pues Eicviro, que aseguró que son solo 8 días, comentó que el municipio sí cuenta con el líquido vital, pero de manera fraccionada dependiendo la cantidad de agua que se le escape a las hojas.

Bajo ese panorama, el gerente de Eicviro señaló que tomará decisiones como asumir el arreglo de la rejilla para garantizar el servicio a la comunidad. “Voy a organizar una comisión con los presidentes de las Juntas de Acción Comunal de los barrios para llevarlos al lugar y explicarles que la culpa de que no haya agua, no es de nosotros”, puntualizó Sergio Díaz.

“Se hacen juicios a priori”

Otra versión maneja el secretario de Aguas de Norte de Santander, Rafael Segundo Ramírez, pues para él la preocupación de carecer del servicio, lleva a Eicviro a hacer “juicios a priori”. El funcionario aseguró que se han tomado posiciones ligeras frente al tema, no obstante aclaró que la rejilla cumple con las especificaciones técnicas para lo cual fue diseñada.

“Estas no permiten presencia de partículas que superen ciertos tamaños para que no comprometan la potabilización del agua. Es probable que de pronto se estén presentando algunos inconvenientes por el volumen de agua que pasan por los filtros”, comentó el funcionario.

Aseveró que los diseños se pueden replantear, pero acotó que con la alcaldesa de Villa del Rosario, Emperatriz Misse Millán, que cualquier cambio que se le haga debe tener un estudio.

“Lo de quitar un barrote, eso no se puede porque pasarían los sedimentos, basuras que van a comprometer la calidad; los costos de las adecuaciones los asumirá el contratista o la Secretaría de Aguas”, puntualizó.

1 Realice Su comentario Aquí:

Anónimo dijo...

Como los mafiosos los contratistas públicos son cínicos y la avaricia de que hacen gala no tiene parangón, la mejor cualidad es tener el don para reunirse y concertar con la persona clave para que se justifique que escoja a bajo precio; después obtendrán un reajuste generoso con creces; pero hasta allí no llega su cinismo, posteriormente demandan a la entidad pública por desequilibrio financiero contractual: Son un plaga, los contratistas, su éxito es ser corruptos.