En la carrera 11A entre calles 5 y 6 del barrio Nariño, en Villa del Rosario, nueve viviendas se cayeron y cuatro más en la carrera 11, al desprenderse el terreno. El último aguacero caído en la frontera le cambió la suerte a Jaime Rodríguez Rodríguez, porque ese día su casa empezó a agrietarse y el proceso de deterioro fue irreversible.
La tarde del 17 de diciembre el desenlace fue fatal, porque la casa de este zapatero, en la carrera 11A entre calles 5 Y 6 del barrio Antonio Nariño (Villa del Rosario), marcada con el número 50-50, se fue al abismo junto a otras doce viviendas, levantadas en la ladera de un callejón.
Fue uno de los fundadores del barrio, hace 30 años, y allí junto a su esposa se dio a la tarea de levantar los cinco hijos, que hoy lamentan la pérdida del único patrimonio que poseían.
Preocupado por las grietas de la casa buscó una pieza en arriendo para reubicar a la familia y se quedó a cuidar lo que tanto esfuerzo le había costado construir.
La liquidación que obtenía al final de cada año la invertía en arreglos, por lo que su vivienda era una de las mejores de la cuadra y su motivo de orgullo.
“Todo eso se perdió”, se lamentó ayer Jaime Rodríguez, cuando la luz del día le permitió ver la magnitud del desastre ocasionado por el deslizamiento de la pendiente.
Además de las casas se fueron al suelo árboles, postes de la luz y colapsaron las redes del acueducto, alcantarillado y el gas domiciliario.
El desplome del cerro borró unos 80 metros de la carrera 11, fracturando el pavimento y desplazando la vía de la ruta normal.
En la carrea 11A se perdieron varias lozas de concreto, quedando en su lugar un enorme cráter.
Metros abajo quedaron las ruinas de las viviendas que por décadas ocuparon las familias de Jaime Rodríguez, José Édgar Miranda Moreno, María Antonia Anaya Rodríguez, Ana Inés Godoy, entre otras, que entraron a formar parte de la larga lista de damnificados por el invierno, que se ha ensañado cruelmente con Colombia.
Perdió las llaves y se salvó
La perdida de las llaves de la vivienda le salvó la vida a Ana Inés Godoy, de 70 años, porque no pudo entrar a dormir, cómo hacia religiosamente al empezar la noche.
Por esas coincidencias de la vida optó por visitar una amiga, donde la sorprendió la noticia, pasadas las 7.00 de la noche, del desplome de la casa.
Ella fue una de las que perdió todos los enseres porque no había tomado la precaución de abandonar la vivienda al considerar que no corría peligro.
Al desplomarse la construcción, un grupo de delincuentes se dio a la tarea de hurtar lo poco que quedó en buen estado, incluidas las tejas de eternit. Hasta un cerdo que había engordado con el fin de sacrificar en Noche Buena y preparar las hallacas y un pernil relleno para los hijos, desapareció.
La Policía debió cercar el sector para evitar los aqueos y mantener alejados a los curiosos, por el peligro que existe de nuevos deslizamientos.
Puente Nariño
Otro de los males que afecta a la comunidad es la pérdida definitiva del puente que conecta a los barrios Santander y Nariño.
Era el único paso que tenían para cruzar el caño. En ese punto se están represando las aguas servidas producto de la tierra y las rocas que se desprendieron de la parte alta.
Dinero para arriendo
La alcaldesa de Villa del Rosario, Emperatriz Misse Millán, entregó ayer un auxilio de $250.000 para arriendo a cada familia afectada.
La administración muni-cipal hará la gestión para jalonar recursos del Gobierno Nacional a fin de buscar una solución al problema de las 13 familias que perdieron el techo propio, según la Alcaldesa.
Así mismo, se definirá la suerte de 20 familias que fueron desalojadas por el agrietamiento que presentan las viviendas.
El sábado los salones del colegio del barrio Antonio Nariño fueron habilitados para guardar los enseres de los damnificados, que se encuentran de manera provisional en casas de amigos y familiares.
Funcionarios del Comité Regional para la Prevención y Atención de Desastres (Crepad), junto al Comité Local, evaluaron los daños y pidieron a la comunidad estar alertas ante la posibilidad de nuevos deslizamientos.
La tarde del 17 de diciembre el desenlace fue fatal, porque la casa de este zapatero, en la carrera 11A entre calles 5 Y 6 del barrio Antonio Nariño (Villa del Rosario), marcada con el número 50-50, se fue al abismo junto a otras doce viviendas, levantadas en la ladera de un callejón.
Fue uno de los fundadores del barrio, hace 30 años, y allí junto a su esposa se dio a la tarea de levantar los cinco hijos, que hoy lamentan la pérdida del único patrimonio que poseían.
Preocupado por las grietas de la casa buscó una pieza en arriendo para reubicar a la familia y se quedó a cuidar lo que tanto esfuerzo le había costado construir.
La liquidación que obtenía al final de cada año la invertía en arreglos, por lo que su vivienda era una de las mejores de la cuadra y su motivo de orgullo.
“Todo eso se perdió”, se lamentó ayer Jaime Rodríguez, cuando la luz del día le permitió ver la magnitud del desastre ocasionado por el deslizamiento de la pendiente.
Además de las casas se fueron al suelo árboles, postes de la luz y colapsaron las redes del acueducto, alcantarillado y el gas domiciliario.
El desplome del cerro borró unos 80 metros de la carrera 11, fracturando el pavimento y desplazando la vía de la ruta normal.
En la carrea 11A se perdieron varias lozas de concreto, quedando en su lugar un enorme cráter.
Metros abajo quedaron las ruinas de las viviendas que por décadas ocuparon las familias de Jaime Rodríguez, José Édgar Miranda Moreno, María Antonia Anaya Rodríguez, Ana Inés Godoy, entre otras, que entraron a formar parte de la larga lista de damnificados por el invierno, que se ha ensañado cruelmente con Colombia.
Perdió las llaves y se salvó
La perdida de las llaves de la vivienda le salvó la vida a Ana Inés Godoy, de 70 años, porque no pudo entrar a dormir, cómo hacia religiosamente al empezar la noche.
Por esas coincidencias de la vida optó por visitar una amiga, donde la sorprendió la noticia, pasadas las 7.00 de la noche, del desplome de la casa.
Ella fue una de las que perdió todos los enseres porque no había tomado la precaución de abandonar la vivienda al considerar que no corría peligro.
Al desplomarse la construcción, un grupo de delincuentes se dio a la tarea de hurtar lo poco que quedó en buen estado, incluidas las tejas de eternit. Hasta un cerdo que había engordado con el fin de sacrificar en Noche Buena y preparar las hallacas y un pernil relleno para los hijos, desapareció.
La Policía debió cercar el sector para evitar los aqueos y mantener alejados a los curiosos, por el peligro que existe de nuevos deslizamientos.
Puente Nariño
Otro de los males que afecta a la comunidad es la pérdida definitiva del puente que conecta a los barrios Santander y Nariño.
Era el único paso que tenían para cruzar el caño. En ese punto se están represando las aguas servidas producto de la tierra y las rocas que se desprendieron de la parte alta.
Dinero para arriendo
La alcaldesa de Villa del Rosario, Emperatriz Misse Millán, entregó ayer un auxilio de $250.000 para arriendo a cada familia afectada.
La administración muni-cipal hará la gestión para jalonar recursos del Gobierno Nacional a fin de buscar una solución al problema de las 13 familias que perdieron el techo propio, según la Alcaldesa.
Así mismo, se definirá la suerte de 20 familias que fueron desalojadas por el agrietamiento que presentan las viviendas.
El sábado los salones del colegio del barrio Antonio Nariño fueron habilitados para guardar los enseres de los damnificados, que se encuentran de manera provisional en casas de amigos y familiares.
Funcionarios del Comité Regional para la Prevención y Atención de Desastres (Crepad), junto al Comité Local, evaluaron los daños y pidieron a la comunidad estar alertas ante la posibilidad de nuevos deslizamientos.
Tomado de la Opinión
1 Realice Su comentario Aquí:
Me gustaria volvieran a replicar esta nota del 6 de octubre de 2010 junto con las solicitudes y sugerencias anexas para darnos cuenta que se trataba de una tragedia anunciada http://villanoticias.blogspot.com/2010/10/fuertes-lluvias-ocasionan-derrumbe-en.html
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