Sesionó Parlamento Juvenil de Mercosur

Esta es la delegación colombiana que viajó a Uruguay. De izquierda a derecha Omaira Cuartas Vásques, docente (Yarumal Antioquia); Camilo Yanet Villa (Villa del Rosario, Norte de Santander), Manuel Mosquera Reyes (Cali), Xavier Ávila Galindo (Arauca), Carmen Cecilia, delegada del Ministerio de Educación; Roger Mercado Lyons (Sahagún, Córdoba), Lorena Sierra (Bogotá), Leidys Palomino Gutiérrez (Arauca), Durley Ricardo Castillo (Sahagún, Córdoba), Anny Morales Revelo (Bogotá), Ingrid Acuña González (Madrid, Cundinamarca), Laura López Velásquez (Yarumal, Antioquia).

Una vasija pequeña y la yerba necesaria para hacer una buena bebida mate no faltaron en la maleta de regreso de Camilo Yanet Villa, estudiante de décimo grado del colegio Gimnasio los Almendros de Villa del Rosario, que participó en el primer Parlamento Juvenil de Mercosur 2010 (Montevideo, Uruguay).
De sus recuerdos no puede borrar la cultura ciudadana del país charrúa: el respeto por las normas de tránsito y la limpieza de las calles.
“La experiencia es inolvidable. La convivencia fue buena por el intercambio de culturas y costumbres”, comentó.
Al encuentro juvenil asistió, junto con diez jóvenes colombianos, con el compromiso de manifestar sus expectativas para el mejoramiento de la calidad educativa en Colombia.

Temas
“Expusimos que es necesario tener una buena infraestructura en los colegios públicos y privados. Hace falta, más que cantidad, calidad en todos los procesos educativos del país. El gobierno se debe preocupar porque el presupuesto destinado para este renglón sea bien aprovechado”, aseguró Yanet Villa.
En la agenda del evento se incluyó el tema de los jóvenes y el trabajo. Los asistentes acordaron que es necesario que el gobierno haga seguimiento a los estudiantes que se gradúan de los colegios para que no pierdan la oportunidad de ir a la universidad y luego conseguir un empleo.
El cucuteño compartió con jóvenes de diferentes países y culturas. Pese a no saber hablar portugués aprovechó sus espacios libres para intercambiar experiencias con brasileños, sin recurrir a los traductores.
“Como pudimos nos comunicamos. Comentamos que vivimos en una sociedad machista en la que es necesario promover proyectos que fomenten la igualdad y el respeto para hombres y mujeres”.
Como representante de la región, el cucuteño llevó la iniciativa llamada ‘Derechos Humanos al Parque’, que nació en el departamento con el fin de buscar la libertad de expresión y promover los derechos humanos.
Para Yanet Villa fue importante conocer y reunirse con el Presidente de Uruguay y las ministras de Educación de Colombia y Uruguay.
“Les manifestamos que es necesario que en los colegios se fomente el liderazgo y la participación en los jóvenes. Nosotros debemos aferrarnos y trabajar por ellas”.

Compromiso
El objetivo del primer Parlamento Juvenil de Mercosur es que las propuestas analizadas y aprobadas lleguen a los diferentes ministerios de Educación, para que sean promovidas.
Los jóvenes de cada país sentaron un compromiso al terminar el encuentro. El cucuteño dio a conocer el suyo: “tengo que trabajar por la región, fomentando el mejoramiento de la educación”.
Camilo Yanet Villa inició su agenda de labores en la ciudad. El pasado viernes se reunió con los personeros del departamento para contarles el proyecto y mostrarles cómo se puede cambiar la educación, por medio de escribir y trabajar, sin necesidad de manifestaciones violentas.

Para noviembre organizará un encuentro nacional con los diez jóvenes que lo acompañaron a Montevideo. El objetivo es formular una declaratoria por Norte de Santander.
Jorge Ramírez, docente del colegio Gimnasio los Almendros, manifestó que la experiencia de formular declaratorias permite a los estudiantes desarrollar habilidades comunicativas y de liderazgo.
“Es la oportunidad de integrarse con otros y evaluar oportunidades y riesgos. Esto los vincula más a su realidad”.

1 Realice Su comentario Aquí:

Para complementar, Domingo Barrientos, dijo...

No necesitamos maquillar la educación, necesitamos democratizarla, humanizarla, hacerla gratuita y solidaria. Es decir, todo lo contrario de lo que hacen los gobiernos neoliberales que quieren hacer de la educación el privilegio de unos cuantos, a unos costos exorbitantes, y con el único propósito egoísta de graduarse para hacer plata y que les alimenten el ego diciéndoles ‘doctor’, así sean unas tapias o unos profesionales de rapiña.