A pesar de que la venta fue restringida desde hace dos semanas a 20 litros por automotor, los vehículos, con matrícula extranjera o venezolana, de residentes en el Departamento Norte de Santander, hacen cola en las estaciones Safec o bombas internacionales de San Antonio y Ureña para comprar gasolina.
Luego de concluir el convenio de exportación de combustible venezolano al vecino departamento, el parque automotor colombiano tiene la opción de comprar gasolina o diesel en las ventas informales de los “pimpineros”, donde la pimpina de 20 litros sigue costando entre 16 mil y 17 mil pesos, o acudir a las estaciones Safec de San Antonio y Ureña, donde se consigue gasolina a precio mucho más económico.
La única limitante es que en las Safec venezolanas no todo tipo de vehículo colombiano puede surtir combustible. Sólo lo hacen los automotores de uso particular y los taxis. Además, el ministerio de Energía y Petróleo limitó la venta, desde hace dos semanas, a 20 litros por carro. Antes podían abastecer 42 y tiempo atrás no había limitante.
En las bombas internacionales, el litro de gasolina cuesta mil bolívares de los antiguos o un bolívar fuerte, que al cambio actual con el peso equivale a 300 pesos por litro de gasolina venezolana. Los 20 litros que venden en las Safec cuestan alrededor de 6 mil pesos, mientras que en las ventas informales de los “pimpineros”, la misma cantidad de combustible venezolano de contrabando cuesta entre 15 y 17 mil pesos, todo depende de la oferta y demanda que exista en este mercado negro.
Conductores colombianos que hacían fila para comprar en la estación de servicio Safec de San Antonio, expresaron que no les importa hacer la cola para surtir sólo los 20 litros, porque además la cola fluye con rapidez y pueden comprar todos los días, siempre que llegue combustible. Manifiestan que se abastecen en las Safec venezolanas porque el precio de la gasolina es más barato que en las ventas de los “pimpineros” de La Parada, El Escobal, Los Patios o Cúcuta.
Luego de concluir el convenio de exportación de combustible venezolano al vecino departamento, el parque automotor colombiano tiene la opción de comprar gasolina o diesel en las ventas informales de los “pimpineros”, donde la pimpina de 20 litros sigue costando entre 16 mil y 17 mil pesos, o acudir a las estaciones Safec de San Antonio y Ureña, donde se consigue gasolina a precio mucho más económico.
La única limitante es que en las Safec venezolanas no todo tipo de vehículo colombiano puede surtir combustible. Sólo lo hacen los automotores de uso particular y los taxis. Además, el ministerio de Energía y Petróleo limitó la venta, desde hace dos semanas, a 20 litros por carro. Antes podían abastecer 42 y tiempo atrás no había limitante.
En las bombas internacionales, el litro de gasolina cuesta mil bolívares de los antiguos o un bolívar fuerte, que al cambio actual con el peso equivale a 300 pesos por litro de gasolina venezolana. Los 20 litros que venden en las Safec cuestan alrededor de 6 mil pesos, mientras que en las ventas informales de los “pimpineros”, la misma cantidad de combustible venezolano de contrabando cuesta entre 15 y 17 mil pesos, todo depende de la oferta y demanda que exista en este mercado negro.
Conductores colombianos que hacían fila para comprar en la estación de servicio Safec de San Antonio, expresaron que no les importa hacer la cola para surtir sólo los 20 litros, porque además la cola fluye con rapidez y pueden comprar todos los días, siempre que llegue combustible. Manifiestan que se abastecen en las Safec venezolanas porque el precio de la gasolina es más barato que en las ventas de los “pimpineros” de La Parada, El Escobal, Los Patios o Cúcuta.
2 Realice Su comentario Aquí:
Luego de más de una década de la presencia y la ayuda militar estadounidense, el narcotráfico sigue pujante, la producción va en incremento y los vínculos de los narcotraficantes con el gobierno ya es notorio. Incluso, se habla de la existencia de un nuevo cartel de la droga en Colombia, integrado por cuadros militares y asesores privados estadounidenses que operan al amparo de las protecciones que les cobija bajo el acuerdo actual. En ese sentido, Colombia sigue siendo uno de los principales proveedores de narcóticos para la mayor concentración de sus consumidores, que están precisamente localizados en Estados Unidos. Al igual que en Puerto Rico, donde el gobierno de Estados Unidos controla fronteras, puertos y aeropuertos, y aún así el país constituye uno de los focos de mayor trasiego de drogas ilegales y de paso se consume en medio de una mortífera guerra social que tiene en éste tráfico una de sus principales causas inmediatas.
Colombia perdió el norte cuando se fijó como unico objetivo acabar con la guerrilla y no acabar con la pobreza. no hemos acabado con la guerrilla en 8 años donde solamente se les ha dado plomo. hemos gastado cada año 10 billones promedio en defensa más 8 billones de impuesto al patrimonio y nada. pero seguimos con las escuelas en mal estado y sin maestros, las universidades sin financiacion para la investigación, la salud de mal en peor, la economía en recesión, el desempleo por las nubes. los pobres por millones. y solamente pensamos en las balas, como matar a un enemigo que es una sombra, cuando nuestros verdaderos enemigos son la pobreza y la falta de empleo.
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