Por: Germán Enrique Núñez Torres
Bajo el sol canicular de Cúcuta, a unos 35 grados centígrados y luego de viajar por espacio de 22 horas desde Cali, Javier Flórez, el conductor de un enorme tractocamión se pasa la mano por su barbilla una y otra vez. Tiene el genio alterado y no es para menos, está en un trancón de por lo menos 50 mulas más. Nos mira con cierta desconfianza y tras secar su frente con la muñeca y el revés de su mano nos atiende. “Este es el colmo de la falta de organización. Se supone que a las ocho de la mañana empieza el paso internacional y se acercan las 11 y el funcionario no aparece. Nos dijeron que el encargado de aduanas en Venezuela está en una capacitación. Esta situación ha pasado ya varias veces y no es justo que nos pongan en esta situación, mas cuando nos tocan jornadas tan duras frente al timón”, afirmó este conductor visiblemente enfadado.Su mirada llevaba algo de su cargamento. En el camión transportaba 20 toneladas de ácido cítrico y tras horas de esperar, su temperamento se fue descomponiendo bajo ese sol picante e insoportable del popular sector de La Parada.No haya la hora de pasar el puente Simón Bolívar, porque su destino final es Valencia en Venezuela y el recorrido desde San Antonio hacia esa ciudad supera las diez horas.“Que cosa tan ‘verraca’, me demoré más en esta parqueada que pasando la línea entre el Eje Cafetero y el Tolima”, anotó jocosamente el transportador.La ciudad de Cúcuta está preocupada, no sólo por esta situación política que castiga el comercio y las finanzas de las zonas de frontera, sino por el desabastecimiento de combustibles. Se ha informado que el plan de contingencia del gobierno entrará a operar porque ya enviaron los camiones cisterna con gasolina y ACPM desde Barrancabermeja.En las estaciones espantan. No hay gasolina y los más osados pasaron la frontera para probar suerte en la bomba internacional. Los propietarios de estos negocios están muy aburridos, ya varios compraron combustible nacional porque no se puede dejar la estación sin gasolina. Con los pocos que platicamos vaticinaron su quiebra, pues no están en condiciones de competir con la gasolina de pimpina que es 50 por ciento más económica.Nos quedamos preguntando por el valor de la Pimpina de cinco galones de gasolina. La verdad no ha subido mucho pasó de 15.000 pesos a 16.000 pesos. Estaba conversando con el pimpinero cuando llegó uno de sus clientes.Luis Jaimes, un ciudadano del común, montado en una sugestiva camioneta desciende de ella para abastecerse de gasolina barata.Dice que no hay otra alternativa pues no le jala al precio de la gasolina nacional. Invitó a revisar la situación económica del país en donde cualquier ahorro es determinante para propender por la tranquilidad y la calidad de vida.“Esto de la pimpina se impone y más ahora, porque cuando hay restricciones todo el mundo va en contra de la ley. Los que llevarán del bulto serán los dueños de las bombas, eso va a hacer un total fracaso. Aquí todos seguiremos buscando la gasolina de contrabando, no hay nada que hacer”, sentenció este hombre de cabello blanco y mirada recia.Seguimos el tortuoso camino hacia Venezuela. El trancón se alargó y la mejor decisión fue dejar el auto en Villa del Rosario y seguir a pie hasta el vecino país. ¡Qué sol, que calor! 0 que infierno ese paso, más con las miradas ácidas de los miembros de la Guardia Nacional Venezolana.Llegamos a donde el vecino Venezuela. Totalmente paralizado y sumido en pérdidas.La bomba internacional estaba llenando el tanque de todos los vehículos que asomaron. Otra fila interminable por una buena tanqueada. Hay que ser gallardos y dar las gracias a los venezolanos de Pdvsa. Le dieron gasolina a carros y motocicletas colombianos.Ese era el único negocio que se movía.
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Un artículo bueno para bostezar. zzzzzzzzz....zzzzzzzzzz....zzzzzzz
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