El Primer Vehículo en Cúcuta
Este fue el primer bus de la Empresa Corta Distancia. Marco Aurelio Cruz Sánchez era su propietario y conductor.
En agosto próximo se cumplen 97 años de la llegada del primer carro a Cúcuta. Era un Ford de tres pedales o “tres patadas” de propiedad del italiano Enrique Raffo.El automóvil arribó desar-mado en barco por Maracaibo y trasportado en tren desde Puerto Villamizar hasta la capital nortesantandereana.El primer recorrido lo hizo el 19 de agosto de 1912 desde la calle 11 con avenida 4 hasta la esquina del Asilo Andressen. Al día siguiente, la ruta se extendió hasta el puente de San Rafael.El empresario Raffo obtuvo la exclusividad para explotar el servicio desde el día que lo trajo hasta el 31 de diciembre de 1913. El pasaje costaba $0,50 oro por persona.El 1 de septiembre de 1912 fueron establecidos los viajes diurnos desde la Estación Cúcuta (Central de Trasporte) hasta El Salado, desde las 6:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde. El pasaje costaba $1 oro, ida y vuelta.El 12 de abril de 1913, Raffo entregó a Cúcuta su segundo automóvil, marca King. Un año después, empezaron las diligencias para traer más carros para otros propietarios. El 1 de febrero de 1914, Manuel A. Mendoza inauguró la primera empresa de automóviles en Cúcuta con cinco carros Ford. Los autos eran conducidos por choferes extranjeros.
Este fue el primer bus de la Empresa Corta Distancia. Marco Aurelio Cruz Sánchez era su propietario y conductor.
La empresa ofreció cursos para enseñar a conducir a los cucuteños por un costo de $50 oro. La capa-citación duraba 15 días.Ese mismo año, la Asamblea dictó la Ordenanza No. 51 de abril 20, reglamentando el servicio en Cúcuta. El número de automóviles había aumentado significativamente.En 1940 – 26 años después de la fundación de la primera empresa de automóviles – cuatro rosarienses forman una sociedad de hecho para prestar el servicio de trasporte de personas con cuatro vehículos de su propiedad.Los automotores estaban diseñados con carrocerías de madera y se distinguían con los nombres de ‘La Carioca’, ‘Mi Delirio’, ‘Lucitania’, ‘Bienvenido’, ‘Riobamba’, ‘El Triunfo’, ‘Júpiter’, ‘El Príncipe’, ‘El Cóndor’, ‘El Fargo’, ‘Tricamar’, ‘Villa Heróica’, ‘Faenza’, ‘El Dorado, y ‘Gran Colombia’.La ruta que cubrían era Villa del Rosario, vía Boconó, pasando por El Escobal y San Luis, tramo conocido como la carretera vieja. Cinco años después, la sociedad se constituyó legalmente como Empresa Corta Distancia Ltda., con un capital de $13.000.Los fundadores de la empresa fueron Lino Galavis Carriedo, Lino Galavis Girón, Luis Francisco Guerrero, Alberto Camilo Olarte, Marco Aurelio Sánchez, Simón Esteban Mora Olarte, Juán de Jesús Ramírez, Alfonso Moros Mendoza, Víctor Ramón Suárez Ramírez y Ángel Ignacio Olarte.
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Me disculpa el cronista, pero por fidelidad a los hechos me permito hacer una disgresión con respecto a la fundación del trasporte masivo en Villa del Rosario.
Uno de esos pioneros fue el viejo Ignacio Olarte con el bus Lucitania que luego repotenció y llamó "El Imperio"; después vincularía a sus hijos Alberto Camilo Olarte con un Ford 42 llamado "Las Nuevas Brisas" e Ignacio Olarte con "Mi Porteñita".
Con el viejo Ignacio, aparece, es cierto, Lino Galavis Carriedo con "El Carbonero;luego su hijo Lino Galavis Girón con la camioneta "La Venecia", una Ford 1946, último modelo.
Con los dos patriarcas incursiona don Paco Guerrero y sus camionetas (todavía no se habían masificado los buses de seis ruedas)"La Miniatura", "La Milagrosa" y "La Alondra".
A ellos se unen don Simón Navas y Alfonso Moros Mendoza -cuñado de Lino Galavis Carriedo- con "Carmen Alicia", bautizada así en nombre de una de sus hijas, y Marco Aurelio Cruz Sánchez con el bus que vemos en la página de internet llamado "Nueva Granada".
No obstante es bueno recordar que antes que estas unidades movidas a gasolina existió el Ferrocarril de la Frontera, y a éste lo precedió en los orígenes del trasporte la que llamábamos con cierta sorna los rosarienses "la Flota Cagajón", que hacía su paso por el Alto del Cují donde el viandante sofocaba la sed en sus guaraperías para llegar a Cúcuta.
De todas maneras, vale aclarar que muchos de los buses de 20 y hasta 30 puestos que se nombran en la crónica aparecieron en la década de los años 60. Como el "Altamira", por ejemplo, que se incendió cuando lo conducía Hugo Duarte, "Paloblanco", a su paso por el reformatorio de menores en Cúcuta.
Después, como todos sabemos, se fueron extinguiendo por los altos costos de sus mantenimientos y la política de chatarrización para dar paso a la proliferación de unidades de trasporte más pequeñas y rápidas; al punto que los herederos de sus fundadores van siendo poco a poco desplazados por la horda de boyacos, capitanejanos y "nuevos ricos" dentro de la estructura violenta y traqueta del país que ha emergido como plaga para la ciudad.
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