En medio de la crisis por la que atraviesa Venezuela, miembros del equipo de Provea, el Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos, denunció que como consecuencia de la crisis económica, ciudadanos de ese país se han visto en la obligación de comprar alimentos destinados para animales, para luego ser empleados en el consumo humano.
En un recorrido por diferentes supermercados de la capital, Provea informó que en varias oportunidades se constató que muchas personas llevaban las conocidas “salchichas para perros”, las cuales están compuestas por huesos de pollo triturados, mezclados con otras partes no comestibles del animal, que luego son empacados como embutidos para posteriormente ser vendidos.
Según informó el equipo de Provea, el cual logró conversar con algunas de las personas que consumen este tipo de productos, estos alimentos son mezclados con huevo revuelto o también se pueden comer sofreídos.
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