Transportistas de carga de Venezuela y Colombia, a través de un pronunciamiento conjunto, exigirán a los gobiernos de ambos países reabrir la frontera común, en vista de que a casi siete meses del cierre, la más afectada con esta medida es la clase trabajadora.
Francisco Gáfaro, representante del transporte de carga pesada del eje San Antonio-Ureña, informó que han adelantado conversaciones con sus homólogos del lado colombiano para, como una sola voz, solicitar a los presidentes Nicolás Maduro y Juan Manuel Santos, el restablecimiento del paso binacional, pues con la posición que mantienen, ambos gobiernos tienen la frontera cerrada
“Las consecuencias del cierre de frontera la sigue padeciendo la clase menos privilegiada, el trabajador, el obrero. Quienes resultamos afectadas somos las personas que trabajábamos legalmente en el transporte de carga pesada, que por obligación teníamos que presentar un manifiesto de carga, los que de una u otra forma estábamos prestando un servicio a la patria a través del trabajo humilde y honrado”, dijo el transportista.
Refirió que desde hace siete meses que está cerrada la frontera no han podido ganar una locha, porque la inmensa oferta de carros desocupados supera la poca oferta de trabajo que hay para el transporte de carga pesada. En el centro del país tampoco han conseguido trabajo, porque de 25 o 30 buques con mercancía que estaban llegando a los puertos venezolanos, ahora arriban 5 o 6 buques, y ello ha reducido la oferta de carga para el transporte terrestre.
En vista de la difícil situación económica que están padeciendo, muchos transportistas de carga de la zona fronteriza han ofrecido en venta sus unidades, pero tampoco hay personas con capacidad económica para comprarlas. Además de la poca oferta de trabajo que hay en la región, los fletes son muy bajos y no alcanzan para comprar cauchos y repuestos. “En conclusión, es mejor dejar la unidad de transporte parada”.
Por eso, reiteramos el llamado, dijo Gáfaro, a quienes tienen el poder de decidir, que son los presidentes Nicolás Maduro y Juan Manuel Santos, para que se pongan la mano en el corazón y se aboquen a resolver el problema socioeconómico que han causado a la población fronteriza de ambas naciones.
Refirió que en el eje fronterizo San Antonio-Ureña, el cierre está afectando a más de cuatrocientos transportistas de carga pesada. A ellos se suma los transportistas de Orope, Michelena, Colón, La Fría, Rubio, San Cristóbal, de otras ciudades y estados del país, que resulta difícil totalizar. Por el lado colombiano, igualmente hay centenares de transportistas de carga pesada que dependían del movimiento de mercancía que se daba entre los dos países y quienes desde hace siete meses están sufriendo las consecuencias del cierre de los puentes internacionales.
Además del transporte, toda una cadena de servicios, vinculada directa o indirectamente a la logística de carga como las agencias de aduana, almacenadoras, estacionamientos, talleres, restaurantes, hoteles, etc., está perjudicada. “Es un efecto dominó, por eso reiteramos el llamado a ambos gobiernos para que se reabra la frontera para el comercio legal, como son las importaciones, exportaciones, tránsito aduanero, que representan el motor de impulso de nuestra economía local”, señaló finalmente.
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