Las cifras de la crisis fronteriza


Las altas cifras de desempleo y de informalidad laboral, el cierre de empresas y la caída de exportaciones son algunos de los principales efectos que deja en Norte de Santander el cierre de la frontera con Venezuela, ordenado hace seis meses por el presidente de ese país, Nicolás Maduro.

Pese a los salvavidas lanzados por el Gobierno, la situación es crítica para los gremios y las autoridades locales.

Según el Dane, el desempleo en Cúcuta es de un 12,5 por ciento, mientras que la informalidad alcanza el 69,1 por ciento (la más alta del país).

Sectores productivos como el carbonero, uno de lo más importantes de la región, se han visto en la obligación de reducir su personal. En enero de este año solo se renovó el contrato a 1.300 empleados directos dedicados a la producción de carbón térmico que se destina a la exportación, de los 4.000 que fueron contratados para esa misma fecha en el 2015.

Jaime Rodríguez, gerente de Asocarbón, argumenta que esto se debe a la caída en más del 60 por ciento de las exportaciones, que pasaron de 120.000 toneladas al mes a 40.000, y las trabas que se han presentado para sacar el carbón por los puertos colombianos.

La Terminal de Transportes en la ciudad de Cúcuta no ha sido ajena al cierre fronterizo. Desde agosto pasado, 22 empresas transportadoras venezolanas dejaron de operar en esa central, generando una reducción del 22 por ciento de los ingresos de esa entidad, es decir, unos 50 millones de pesos mensuales, por concepto de la tasa de uso.
El gerente de la terminal, Óscar Sandoval, dice que, por esta situación, alrededor de 1.136 conductores del transporte binacional quedaron sin trabajo.

Otro de los sectores que ha registrado reducción en la mano de obra es el sector de la arcilla. Según cifras de Induarcilla, la mano de obra se ha reducido en un 21 por ciento en los últimos meses. Las exportaciones hacia el vecino país se encuentran totalmente paralizadas.

Por otra parte, Asocambios (Asociación de Profesionales del Cambio de Norte de Santander) reportó que los seis meses de bloqueo conllevaron ya al cierre de 43 casas de cambio, de las 303 avaladas en Cúcuta y su área metropolitana por la Dian.

Ese sector también reporta la disminución en un 90 por ciento de la operación cambiaria.

En medio de la situación, líderes gremiales y gubernamentales insisten en que se propenda por un régimen especial que promueva la creación, relocalización o repotenciación de empresas con beneficios tributarios, aduaneros y fiscales que, de manera diferencial, garanticen un verdadero cambio del modelo económico.

Igualmente, para los empresarios es importante que se asegure la inversión del Gobierno en proyectos de impacto, como la vía Cúcuta–Ocaña, para sacar los productos hacia los puertos colombianos en las costa Caribe.

El presidente de la Cámara de Comercio de Cúcuta, Carlos Luna, ha señalado que la medida de exoneración del IVA a ciertos productos, tomada en el marco de la emergencia económica declarada por 90 días, se quedó en “pañitos de agua tibia” frente a la realidad que se vive.

“Aquí vemos que cada cierto tiempo se declara la emergencia económica, se toman medidas que son coyunturales, pero continúan estructuralmente los problemas”, dijo Luna.

Por el momento, en la zona de frontera no hay mayores expectativas frente al levantamiento del bloqueo.

Sin embargo, en días pasados, el gobernador del estado Táchira, José Gregorio Vielma, anunció que le propondrá a Nicolás Maduro implementar medidas para la reapertura gradual en horario diurno.

Tráfico ilegal de carne se mantiene

Aunque entre las motivaciones expuestas por el Gobierno venezolano para justificar el cierre de la frontera estaba la de bloquear el contrabando que se mueve por la zona limítrofe, el Comité de Ganaderos de Norte de Santander reportó que, durante el cierre, el fenómeno del tráfico ilegal de carne no ha parado.

Andrés Hoyos, presidente de ese gremio, indicó que los dos frigoríficos que funcionan en esa ciudad solo están sacrificando 70 reses al día, lo que equivale a 14 toneladas de carne en canal de las 80 que, se estima, consume a diario la población cucuteña.

Dijo que esta situación expone la salud pública, al igual que es un riesgo inminente para la entrada al país de la aftosa desde Venezuela. Asimismo, el fisco departamental deja de recibir cerca de mil millones de pesos anuales.

Tomado de El Tiempo

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