Doña Rita, como conocen en Villa del Rosario a Rita González, se convirtió en una espacie de ángel para decenas de desplazados colombianos. Ella los recibía y les daba desayuno, almuerzo y comida, que cocinaba gracias a donaciones, pero las cosas se complicaron.
"Ya no puedo (...) Esto se llenó de avivatos", cuenta.
Pero había algo acerca de doña Rita que pocos sabían: ella tampoco tenía con qué pagar su arriendo, su comida y sus servicios.
Gracias a una campaña de Blu Radio, se están recogiendo fondos para ayudarle a pagar sus necesidades.
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