Excesivos controles militares y colas que parecen no moverse hacen que el transitar de un lado a otro de la frontera se constituya en toda una odisea.
La anarquía, el desorden y los abusos parecen no tener límite en el tráfico vehicular en la zona fronteriza del estado Táchira. El desplazamiento hacia San Antonio o el cruce de los puentes internacionales se ha convertido en un trauma para los viajeros, producto de las kilométricas colas, los repetitivos controles militares y la obstrucción del libre tránsito por cualquier causa.
En el paso por la aduana de San Antonio, la numerosa cantidad de vehículos y motocicletas que en todo momento atraviesan el puente más los controles de la Guardia, Ejército y en ocasiones de la Policía y el Cicpc convierten el cruce de la frontera colombo-venezolana en una “misión casi imposible” para el ciudadano de bien.
La congestión se agudiza aún más si por casualidad ocurre algún accidente automovilístico, de motocicleta o se daña algún carro en plena vía. Con semejante enjambre de motociclistas afanados por cruzar por donde sea, en los puentes y en los andenes de la Aduana no queda espacio ni para los peatones. Frente a tanta anarquía y abusos, los usuarios y las personas de bien que por obligación viajan a la frontera reclaman de las autoridades consciencia y acciones que garanticen el orden y la fluidez del tráfico vehicular.
0 Realice Su comentario Aquí:
Publicar un comentario