En Venezuela el pueblo se organiza contra la guerra económica

Por: Luis Velasco
Venezuela enfrenta una guerra económica y de cuarta generación lo que significa que de manera no explícita algunos sectores de la extrema derecha que quieren hacerse con el poder atacan al propio pueblo, queriendo que pase hambre y se indigne, culpando al gobierno nacional para de esta manera azuzar un levantamiento social.

Esta guerra ha sido un proceso de años, mientras el gobierno desde el liderazgo de Chávez ha venido adelantando políticas de distribución de la riqueza e inclusión social, los representantes de la extrema derecha llaman al odio, al saboteo económico y la desmovilización de la gente.

Este viernes el presidente Nicolás Maduro: “Yo sigo llamando desde aquí al trabajo, a la productividad, a la unión, a que aislemos a los locos, a los fascistas, a los violentos. No nos engachemos con la agenda de desesperación y de locura, de guerra psicológica, es hora de trabajar y de seguir adelante”.

Por una parte, la guerra económica que impulsa la extrema derecha opositora, adelanta la política de no distribuir en los sectores populares y de clase media de manera igualitaria, sino mantener surtidos de productos a los supermercados y abastecimientos comerciales de clases pudientes en varias ciudades del país.

Y  por otra parte, la guerra mediática de cuarta generación que consiste en un bombardeo constante de mensajes que generen zozobra y desesperanza en las y los venezolanos, como por ejemplo hablar de  gente pasando hambre, no reproducir noticias en los medios privados sobre las soluciones gubernamentales, hablar de que la escasez será peor y otros mensajes que calan en el inconsciente de la gente y las lleva a comprar aun lo que no necesitan, acabando con lo que se surte en los establecimientos comerciales.

Asimismo, otra campaña que se viene gestando en las redes sociales, Facebook, Zello y Twitter, es la de llamar al sabotaje en las colas que se hacen para comprar. El jefe de gobierno, Ernesto Villegas, ya denunció que parte de este plan incluye meter infiltrados dentro de las colas para generar indignación y promover focos de violencia entre los ciudadanos, ¿buscando saqueos?

Sin embargo, el legado de Chávez de amor y de organización popular no se ha dejado a un lado, sigue vivo entre el pueblo consiente, observe en la siguiente galería como la gente se organiza para evitar que revendedores entren más de una vez a los negocios para comprar, los mismos “vivos” que se colean sin más, tristemente algunos bajo la mirada de los brazos caídos de algunos “vigilantes” que cooperan con ellos.

Estas personas promueven el bachaqueo, la especulación y son los que vacían los anaqueles, ya que en horas que son laborales para la mayoría, estos se ocupan de comprar una y otra vez el máximo de productos para luego revender como vendedores informales cuando la gente sale del trabajo.

Finalmente, queda para la reflexión, el país lo hace la gente y sus acciones, el trabajo dignifica al ser humano y la manera en que la gente en cualquier circunstancia se apoye y respete es la que permitirá que sigamos teniendo Patria.

Saqué usted sus conclusiones: el resultado de una hermosa cadena humana para evitar las trampas “del vivo” inescrupuloso es con la cual la cola fluyó, la gente que lo requería compró lo necesario para su hogar y no hubo focos de violencia entre hermanos venezolanos.

1 Realice Su comentario Aquí:

Anónimo dijo...

Que guerra ni que más mentiras. Lo que hay es un gobierno inepto y corrupto. Un modelo económico fracasado que persiguió a los empresarios y un pueblo perezoso que fue acostumbrado a recibir todo regalado a cambio de portar la boina roja y asistir a cuanto show organizaba Chávez. Tuvieron el petróleo más caro de la historia y regalaron el dinero a otros países a cambio de apoyarlos en la OEA. Ahora que llegaron las vacas flacas, no hay ahorros, no hay cadena productiva y no hay gobierno.