Monumento Nacional La Bagatela en Villa del Rosario


Si bien es cierto no se conoce con exactitud la tradición legal y fecha de construcción de este inmueble, se puede establecer su posesión gracias a la documentación del archivo eclesiástico de la Villa del Rosario, los archivos civiles de la Notaría 2ª de Cúcuta y la ilustración de los cronistas que arrojan indicios importantes sobre su existencia desde mediados del siglo XVIII de acuerdo a sus relatos históricos.

En el testamento del general Pedro Fortoul Sánchez (Protocolo de 1837, folios 5 a 7) figura como suya una casa situada en la esquina suroeste de la plaza, la mitad de tapia y el resto de bahareque y teja, en la que se encontraba una tienda con efectos extranjeros y donde había venido al mundo el mismo Pedro Fortoul, según afirmación del historiador Luis Gabriel Castro en su obra La Capital de la Gran Colombia. En efecto, su padre Esteban José Fortoul se estableció procedente de la población de Táriba (Venezuela) en la Villa del Rosario en 1772 cuando contaba 23 años de edad, y allí contrajo matrimonio con doña María Inés Sánchez Osorio y Rangel de Cuéllar que dio a luz al prócer el 27 de mayo de 1780.

Para la fecha de instalación del Congreso Constituyente de Colombia, cuando hospedó en su seno al Precursor de la Independencia Antonio Nariño Álvarez, era propiedad de doña María del Carmen Ramírez, dama venezolana que siempre estuvo al servicio de los patriotas. 

En 1875 la histórica casa era propiedad de la familia Fernández y en ella funcionaba en el segundo piso la escuela de niñas que dirigía la señora doña Josefa Fernández de Reyes. 

Destruida por el siniestro de este año, posteriormente la misma familia levantó la que hoy vemos sobre el mismo sitio, en cuya esquina, como antaño, había una tienda bautizada desde un principio con el nombre de La Bagatela en recuerdo del periódico que dio fama a su ilustre fundador, el Precursor.

Posteriormente, el historiador Luis Febres Cordero, testigo del terremoto del 18 de mayo de 1875, en su descripción de la antigua población, ubica esta construcción española de dos pisos al noroeste ostentando la calidad de Casa Municipal, a pocos pasos de la Estación del Ferrocarril km.14 construida a finales del Siglo XIX.

En 1971, con ocasión del Sesquicentenario del Congreso Constituyente de la Gran Colombia fue adquirida por la Nación y reconstruida por la extinta Corporación Nacional de Turismo en la forma que actualmente se conoce. 

En esta edificación, que era de dos pisos, se celebraron las sesiones del Congreso después escuchar el 6 de mayo de 1821 la misa del Espíritu Santo en el antiguo templo consagrado a Nuestra Señora del Rosario, y de efectuar su instalación con los 57 diputados de las repúblicas de Venezuela y la Nueva Granada que quedaban desde entonces reunidas en una sola.

En su interior, el 24 de julio se discutió el proyecto de la Constitución de 1821 redactado por Nariño, se acordó el Escudo de Armas y el pabellón de Colombia según se había estipulado en el Congreso de Angostura el 17 de diciembre de 1819. 

En esta casa jamás se imprimió el periódico antimonárquico “La Bagatela” creado en 1811 en la capital de la Nueva Granada por el artífice de los “Derechos del Hombre y del Ciudadano”, Antonio Nariño Álvarez en el periodo de nuestra historia conocido como “La Patria Boba”. Aquí se imprimió fue el órgano oficial del Congreso de 1821, llamado “La Gaceta de Colombia” que dio cuenta por medio de la imprenta del Precursor, manejada por el editor Bruno Espinoza de los Monteros, de los hechos más importantes debatidos y aprobados por los legisladores de la época hasta el 14 de octubre de 1821 cuando se traslada la capital de la Gran Colombia a Santafé de Bogotá y del cual, de acuerdo a la afirmación del cronista Luis Eduardo Romero, se imprimieron doce números. 

En este sitio nació la república que cristalizó el sueño de Bolívar, de hacer de tres naciones una sola, lo cual se conoció como La Gran Colombia. Fue sede de gobierno, y le otorgó a la Villa del Rosario el privilegio de ser capital de aquella unión de los tres países: Colombia, Venezuela y Ecuador, durante cinco meses y ocho días. Fue morada de los vicepresidentes Juan Germán Roscio, Luis Eduardo Azuola y Antonio Nariño, los dos primeros muertos como consecuencia de la fiebre amarilla días antes de la instalación del Congreso. Aquí tomaron posesión el 3 de Octubre de 1.821 el Libertador Simón Bolívar como presidente y el General Santander como vicepresidente de la Gran Colombia. 

Aquí fue donde el padre de la patria el Libertador Simón Bolívar en el momento de posesionarse como presidente proclamó ante los congresistas de la época: 

“Prefiero el título de ciudadano al de Libertador, porque el de ciudadano emana de las leyes y el de libertador emana de la guerra.” ¡Cambiadme, señor, todos mis dictados por el de buen ciudadano!
Tomado del libro: 
Viajando por la Capital de la Gran Colombia a través de la recreación en el Medio Natural
Autores: 
Jesús Gerardo García Contreras y Maria Nelcy Fuentes de Prato

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Francisco José Rodríguez Leal dijo...

UNA ACLARACIÓN NECESARIA

Señores Villanoticias.com:

En los últimos tiempos vengo observando con inquietud cómo textos de mi autoría, realizados durante mi paso por el Monumento Nacional La Bagatela, vienen publicándose en este "blogger" a nombre de mi apreciado amigo el profesor Jesús Gerardo García Contreras. Lo que ignoraba, además, es que al parecer los mismos hacen parte de un texto denominado "Viajando por la Capital de la Gran Colombia" en el que figura como coautora, mi también dilecta amiga, María Nelcy Fuentes de Prato.

En vista de que han sido reiteradas las ocasiones en que se omite mi nombre como el verdadero autor de estos artículos (el ensayo sobre la Fundación de Villa del Rosario, la biografía de Luis Gabriel Castro y la presente reseña histórica del monumento nacional La Bagatela, entre los que haya podido ver) quisiera creer que estas omisiones han sido más fruto del olvido involuntario de mis apreciados amigos, que cualquier intento de plagio por parte de ellos. Pues, de estos y muchas publicaciones mías guardo los originales que pueden probar su verosimilitud.

Aclaro que no me incomoda para nada su impresión y difusión porque reconozco en mis amigos el interés por promocionar nuestros valores regionales; lo que sí exaltaría por parte de ellos es que me otorgaran el crédito que me corresponde como su autor, y punto.

De Uds. atentamente:

Francisco J. Rodríguez Leal

Anónimo dijo...

Vea pues amigo no lo sabia siempre se ha referenciado al Profesor Gerardo en estos temas!!!