“Por las trochas pasan cavas que llevan más mercancía que los ‘bachaqueros”

“Esta es una frontera internacional y para muchos de los que vivimos aquí, en San Antonio, el cierre nos perjudica. Tengo una hija que estudia en Colombia, en la Universidad de Pamplona, y muchas veces sale de clases a las  9:30-hora  colombiana-, 10 de la noche de aquí; entonces, cómo pasa mi  hija o cómo puedo pasar yo a buscarla para llevarla a la casa. Como trabajador del transporte público, también me veré afectado  porque hay personas, tanto venezolanas como colombianas, que deben viajar  hacia el aeropuerto de Cúcuta  en horas de la madrugada y nos contratan para que les hagamos la carrera a las 2 de la mañana, pero ahora no podremos prestar ese servicio”,  expresó José  Sandoval,  quien  labora  como taxista en la capital del municipio  Bolívar, al ser consultado sobre el cierre de  fronteras en horas de noche, acordado por los Gobiernos de Venezuela y Colombia  para combatir el contrabando.

Al igual que  Sandoval, muchos ciudadanos de a pie, representantes de gremios, transportistas, concejales, creen  que el cierre de  fronteras solo perturbará la  cotidianidad de la frontera colombo-venezolana, debido a los lazos y la interdependencia que  hay en lo comercial, laboral,  educativo, atención en salud,  tránsito de personas,  turismo, recreación,  esparcimiento, etc.

Sandoval  dice que en San Antonio y Ureña  hay muchas personas que están en la misma situación que él,  tienen hijos estudiando en Cúcuta o trabajan  acá y viven al otro lado de la frontera. A su juicio, el cierre de fronteras “es algo inconstitucional, porque la Constitución no nos priva el derecho al cruce de frontera, porque estamos en un país democrático,  donde  tenemos derecho al libre tránsito”.

Más que un efecto contra el contrabando, el cierre de los pasos  habilitados en la frontera tendrá  un impacto negativo en la cotidianidad propia de la población que convive en la frontera.  La presidenta de la Cámara de Comercio de San Antonio, Isabel Castillo, consideró que esta medida es una demostración más de que los  Gobiernos de Venezuela y Colombia  siempre toman decisiones sin considerar la realidad fronteriza.

Señaló que la idea de cerrar la frontera en  horas nocturnas  ya  se venía manejando desde hace tiempo,  a nivel regional, por algunos diputados del oficialismo que  habían planteado esa propuesta.

“La rechazamos porque hay muchos argumentos. Todos lo sabemos y la historia nos recuerda que siempre hemos tenido lazos, no solo comerciales, sino también  conexiones familiares, de servicios de salud, educación, sociales, incluso de entretenimiento, porque San Antonio, Ureña y Norte de Santander son una sola región”, acotó Castillo. Recalcó que el cierre de frontera perturba la integración, así como los proyectos de Zona Económica Especial y de conglomerado comercial que promueve el Estado venezolano.

“El impedimento del paso causará problemas para los transportes internacionales que vienen con pasajeros de Ecuador y Bolivia y pasan por este cruce de fronteras. Castillo se preguntó también qué pasará con aquellos jóvenes que viven en San Antonio y Ureña y estudian en universidades de Cúcuta, porque lamentablemente aquí solo tenemos un  instituto universitario; algunas industrias trabajan las 24 horas del día porque no pueden parar su producción y qué va a pasar con los trabajadores calificados que trabajan en estas  empresas y vienen de Cúcuta; en materia de salud tenemos los hospitales carentes de insumos  y no tienen la capacidad  para atender determinadas emergencias, no hay cuidados intensivos pediátricos y si algún paciente requiere de esos servicios, normalmente se dirige a Cúcuta porque es más cerca que dirigirse hacia San Cristóbal”, entre otras razones, alegó la vocera.

La presidenta de la Cámara de Comercio de San Antonio  dijo que para nadie es un secreto que en la frontera hay  contrabando, pero  el Gobierno puede  aplicar otras medidas, que no sea el cierre del paso por los puentes, como por ejemplo colocar el justo valor a la gasolina,  hacer efectivo el Comando binacional de control y vigilancia,  controlar en su totalidad  las trochas  fronterizas por donde,  indica, pasan camiones o cavas que llevan más cantidad de  mercancía que los  “bachaqueros” que  cruzan  por los puentes internacionales.

Asimismo, propone que se vigile y haga seguimiento a los funcionarios de los diferentes organismos de seguridad y  resguardo que hacen guardia en las aduanas  y puntos de control fronterizos. Afirmó que el contrabando se da por la discrecionalidad  de los funcionarios y la corrupción en el seno de los organismos de seguridad. Eso es lo primero que se debe contrarrestar. De no corregirse esas situaciones, con el cierre de la frontera,  el contrabando no se dará  de noche sino de día, dijo Castillo.

La presidenta finalmente pidió que se respete la idiosincrasia de los pueblos fronterizos,  así como los tratados y acuerdos binacionales en materia de libre tránsito de personas. Solicitó también que se retome la discusión de la Ley Orgánica de Fronteras y se apruebe  el régimen especial  aduanero que se ha planteado desde hace años, los cuales son instrumentos que traerían múltiples beneficios para la región limítrofe y permitirían hacer frente al problema del contrabando sin aplicar medidas traumáticas para la población.