Aunque son más costosos que los materiales venezolanos, buena parte de las obras privadas de la industria de la construcción en San Antonio de Táchira se ejecutan actualmente con cemento y otros insumos colombianos, que de alguna manera son traídos a esta parte del territorio nacional.
En San Antonio y Ureña, materiales como el cemento, la losa cero, la cabilla, hierro, son más costosos que en cualquier otra parte del estado Táchira y la mayoría de las veces no se consiguen, según indican directivos del Sindicato de la Construcción, constructores y empresarios que ejecutan obras.
Una bolsa de cemento venezolano en San Antonio está costando entre 700 y 800 bolívares, mientras que el cemento colombiano cuesta entre 900 y 1000 bolívares, puesto en la obra.
Pese a las dificultades para encontrar los materiales básicos para la construcción, el sindicato del ramo ha observado, durante el primer semestre de 2014, un repunte importante de obras en ejecución, principalmente del sector privado, lo cual ha favorecido la ocupación de la mano de obra de este sector en el municipio Bolívar.
El secretario de Organización del Sindicato de la Construcción en el municipio Bolívar, Eloy Arturo Marciales, considera que 75 por ciento de los cerca de 4 mil trabajadores del ramo que hay en San Antonio están ocupados actualmente en las distintas obras que se ejecutan, entre ellas construcción de establecimientos comerciales, adecuación de estructuras destinadas al comercio, hotelería, galpones y algunos complejos habitacionales que se vienen construyendo en la zona sur de San Antonio.
“Es un hecho que de alguna manera se han consolidado acuerdos y convenios con los diferentes propietarios de obras y empresas constructoras y hemos logrado emplear gran cantidad de trabajadores, de manera directa e indirecta”, dijo el dirigente sindical.
Refirió que en este momento hay una inversión significativa en el área de la construcción, para bien de los trabajadores. Sin embargo, ven con preocupación la escasez y el sobreprecio de los materiales esenciales como el cemento. Una bolsa de cemento colocada en San Antonio, materiales como losacero, cabilla, hierro y otros insumos, tienen un precio muy superior al que mantienen en cualquier otra parte del estado o del país.
Los empresarios que adelantan obras de construcción han podido sortear estas deficiencias, con materiales e insumos colombianos, que de alguna manera logran traer al territorio nacional, debido a las dificultades que hay para conseguirlos en Venezuela, dijo Marciales.
Estima que entre el 30 y 40 por ciento de las obras de construcción de San Antonio se ejecutan con cemento colombiano. Frente a esta realidad, el Sindicato de la Construcción espera que el Gobierno nacional, regional y nacional adopte mecanismos que permitan surtir las despensas de las ferreterías con materiales venezolanos y que los mismos lleguen a precio razonable, porque no solamente se está ocasionando sobrecosto para el sector de la inversión privada, sino también a aquella que necesita construir una vivienda familiar o hacer mejoras en su hogar.
“Tenemos que ser más creativos
para contribuir con el desarrollo”
San Antonio.- “A pesar de la problemática que padecemos en San Antonio y Ureña por la ubicación geográfica, nosotros siempre seguimos creyendo, apostando, invirtiendo en Venezuela, pero tenemos que ser creativos, ingeniárnoslas para contribuir con el desarrollo del municipio”, expresó Leonardo Pérez, empresario de la zona de frontera que construye una infraestructura destinada al comercio y se ha visto obligado a emplear materiales de construcción traídos de Colombia.
Explicó que la obtención de materiales e insumos de la construcción, llámense cemento, piedra picada, bloque, se dificulta en la frontera y deben ingeniárselas para conseguirlos. Muchas veces tienen que pagar la bolsa de cemento a 950 o 1000 bolívares, porque la traen del vecino país.
“Eso nos eleva los costos de construcción, pero si no hacemos eso, no construimos. De verdad que nosotros somos emprendedores, pero creemos en Venezuela, en el estado Táchira, en el municipio, y creemos que sí se pueden lograr cosas dejando de lado los problemas políticos del país”, afirmó.
Además del cemento, los empresarios también se ven obligados a traer de Colombia materiales para el acabado de pisos, electricidad y luminarias, ya que en Venezuela hay escasez. Pérez también se refirió a las diversas dificultades que tienen en la frontera venezolana para movilizar productos, así sea entre San Antonio y Ureña. “Si uno consigue en Ureña un material, para movilizarlo a San Antonio vive un verdadero viacrucis, pero a pesar de todo, seguimos creyendo que sí se pueden lograr las cosas sin ser deshonestos o caer en los malos hábitos”, añadió.
Reiteró que los materiales de construcción colombianos actualmente son más costosos que los venezolanos, pero se ven obligados a comprarlos a quien se los ofrece, porque de lo contrario se paralizarían las obras de construcción.
Precisamente la obra de construcción que ejecuta en San Antonio se paralizó en octubre del año pasado por falta de cemento. “Estuvimos parados dos meses, esperando conseguir cemento a mejor precio, y esa paralización trajo pérdidas cuantitativas y de productividad”, afirmó Pérez.
Recalcó que pese a todas las debilidades que pueda tener el eje San Antonio-Ureña por su ubicación geográfica, en esta zona también hay gente buena, trabajadora y emprendedora, que cree en Venezuela y apuesta por el desarrollo de estos municipios tachirenses.
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