El cadáver de un taxista venezolano, de 62 años, fue hallado en un caño ubicado sobre una trocha de Boconó, en Villa del Rosario.
El teléfono celular de un taxista venezolano, quien había desaparecido el pasado martes, fue la pieza clave para, finalmente, encontrar al hombre de 62 años en una trocha de Boconó, en Villa del Rosario. Estaba muerto.
Desconocidos amordazaron y amarraron las manos de Jesús Manuel Jaimes Castillo. Sus ojos, además, estaban vendados. No tenía camisa y apareció en un caño, de donde fue sacado para ser inspeccionado por miembros del CTI de la Fiscalía.
“Hasta el martes a mediodía tuvimos razón de él. Un hermano dijo que lo había visto salir con una carrera desde San Antonio (estado Táchira, Venezuela). Comenzamos a buscarlo y por fin pudimos dar con su paradero gracias a que, al siguiente día, el miércoles, un transeúnte encontró su teléfono celular”, aseguró su hija, mientras esperaba la entrega del cadáver a las afueras de la morgue del Instituto de Medicina Legal, en Cúcuta.
La declarante añadió que su papá se encontraba muerto a, al menos, dos cuadras del teléfono, aparato que podría dar luz durante las indagaciones judiciales.
El comandante Operativo de la Policía Metropolitana, teniente coronel Gustavo Lasso, aseguró que la víctima no tenía lesiones ocasionadas con arma de fuego, por lo que la posible causa de la muerte fue asfixia mecánica.
“La investigación fue asumida por integrantes del CTI. Esperamos poder establecer las razones que originaron este crimen”, sostuvo el oficial, sin entregar más detalles sobre las pesquisas.
Hacia una carrera
Jesús Manuel Jaimes Castillo salió de San Antonio entre las 12:30 y la 1 de la tarde del martes.
Fue contratado para hacer una carrera con destino a Cúcuta.
“Lo vieron en la redoma del cementerio, en San Antonio, estaba haciendo cola para salir hacia Cúcuta. Iba con un muchacho, quien estaba sentado en la parte de adelante. No se sabe si habían más personas”, relató su hija.
Sus parientes se aventuraron a considerar que Jaimes Castillo atravesó el puente internacional Simón Bolívar con rumbo al sector conocido como Rumichaca.
Luego, cuando se movilizaba por Boconó, fue atacado.
“Lo más seguro es que intentaron robarlo, porque su carro Chevrolet Aveo blanco, de placas 7A5A2SM, no aparece.
Esta tesis ha tomado fuerza para sus allegados, debido a que jamás escucharon que el venezolano hubiera recibido amenazas y tuviera problemas con alguna persona.
Tomado de La Opinión
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