Por los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, que unen a San Antonio y Ureña con Cúcuta, se ha mantenido durante los últimos días del año un alto flujo de peatones y vehículos que, por diferentes razones, atraviesan la frontera colombo-venezolana.
El excesivo tránsito de personas y automotores hacia uno y otro lado de la frontera, con frecuencia hace colapsar el paso. Los controles de la Guardia Nacional también originan largas colas de vehículos y motocicletas en el paso por las aduanas de San Antonio y Ureña, y también en la alcabala de Peracal, donde las filas de vehículos, en sentido Apartaderos-Peracal y San Antonio-Peracal, se hacen kilométricas y bastante complicadas para los viajeros.
En la alcabala de Peracal, debido a la revisión vehículo por vehículo que desde hace meses ejecutan militares del Ejército, adscritos a la Región de Defensa Integral, Redi los Andes, hacen bastante engorroso el paso.
Los oficiales y soldados del Ejército, prácticamente revisan carro por carro para evitar el contrabando de alimentos, combustible y otros artículos, originando largas colas, principalmente en las denominadas “horas pico”, cuando el tráfico hacia la frontera colombo-venezolana es bastante numeroso.
También en el sentido San Antonio-Peracal se presentan complicadas colas. Para pasar la referida alcabala, los viajeros permanecen en cola hasta dos horas.
Recorrer el tramo Peracal-Apartaderos-La Mulera se complica en ambos sentidos, si hay vehículos “gasolineros” accidentados. Los usuarios de esta vía demandan acciones urgentes de los organismos de seguridad y de Tránsito, para corregir las situaciones irregulares que día tras día se presentan.
Cruzar el puente internacional Simón Bolívar, en cualquiera de los sentidos, tampoco se hace fácil, debido al flujo de peatones, vehículos y motocicletas que por allí transitan diariamente. Durante toda la temporada de fin de año se ha observado excesivo tránsito, por causas bien conocidas, como la extracción de combustible, alimentos, mercaderías venezolanas, que son llevados hacia Colombia, y también por el volumen de personas venezolanas, que siguen yendo a Cúcuta a “raspar” tarjetas, cobrar remesas, hacer transferencias o por otros motivos.
El tráfico sobre el puente internacional colapsa si algún auto se accidenta o se produce una colisión entre vehículos o motocicletas, como ocurre constantemente.
Este viernes, el tránsito de personas por el elevado también era numeroso y en las calles de la zona comercial de San Antonio “no había por dónde caminar”, ante tanta gente y ventas informales de todo tipo. En algunos sitios se observaron puntos móviles de control de la Policía del estado, chequeando documentos de peatones, vehículos, motocicletas y también las bolsas con mercancías que llevan los compradores eventuales.
El excesivo tránsito de personas y automotores hacia uno y otro lado de la frontera, con frecuencia hace colapsar el paso. Los controles de la Guardia Nacional también originan largas colas de vehículos y motocicletas en el paso por las aduanas de San Antonio y Ureña, y también en la alcabala de Peracal, donde las filas de vehículos, en sentido Apartaderos-Peracal y San Antonio-Peracal, se hacen kilométricas y bastante complicadas para los viajeros.
En la alcabala de Peracal, debido a la revisión vehículo por vehículo que desde hace meses ejecutan militares del Ejército, adscritos a la Región de Defensa Integral, Redi los Andes, hacen bastante engorroso el paso.
Los oficiales y soldados del Ejército, prácticamente revisan carro por carro para evitar el contrabando de alimentos, combustible y otros artículos, originando largas colas, principalmente en las denominadas “horas pico”, cuando el tráfico hacia la frontera colombo-venezolana es bastante numeroso.
También en el sentido San Antonio-Peracal se presentan complicadas colas. Para pasar la referida alcabala, los viajeros permanecen en cola hasta dos horas.
Recorrer el tramo Peracal-Apartaderos-La Mulera se complica en ambos sentidos, si hay vehículos “gasolineros” accidentados. Los usuarios de esta vía demandan acciones urgentes de los organismos de seguridad y de Tránsito, para corregir las situaciones irregulares que día tras día se presentan.
Cruzar el puente internacional Simón Bolívar, en cualquiera de los sentidos, tampoco se hace fácil, debido al flujo de peatones, vehículos y motocicletas que por allí transitan diariamente. Durante toda la temporada de fin de año se ha observado excesivo tránsito, por causas bien conocidas, como la extracción de combustible, alimentos, mercaderías venezolanas, que son llevados hacia Colombia, y también por el volumen de personas venezolanas, que siguen yendo a Cúcuta a “raspar” tarjetas, cobrar remesas, hacer transferencias o por otros motivos.
El tráfico sobre el puente internacional colapsa si algún auto se accidenta o se produce una colisión entre vehículos o motocicletas, como ocurre constantemente.
Este viernes, el tránsito de personas por el elevado también era numeroso y en las calles de la zona comercial de San Antonio “no había por dónde caminar”, ante tanta gente y ventas informales de todo tipo. En algunos sitios se observaron puntos móviles de control de la Policía del estado, chequeando documentos de peatones, vehículos, motocicletas y también las bolsas con mercancías que llevan los compradores eventuales.
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