Las trochas del río Táchira drenaron a los viajeros

Cuatro días después del  cierre de la frontera,  muy pocas son las personas que se acercan a los puentes internacionales Simón Bolívar  y Francisco de Paula  Santander para intentar cruzar  por allí,   pues la  mayoría opta por buscar las  trochas del río Táchira  para llegar a uno u otro  territorio.

Sin embargo,  aventurarse por  las decenas de caminos verdes que hay  por el río Táchira, dentro de  la jurisdicción de los municipios Bolívar  y Pedro María Ureña,  además del  riesgo,  tiene  un costo entre 400 o 500  bolívares,  dependiendo de la ruta que  el viajero  tome.

Según comentaban  algunas personas que atravesaron la frontera por  la trocha,  hay que  tener  dinero  para pagar la carrera al mototaxista,  al “maletero”  o para  atravesar  por el “puentecito”, si  decide irse por allí.

A pesar de la vigilancia que ejercen los “boina  roja”,  como   llaman a los soldados de la Brigada de Paracaidistas que  vinieron a resguardar la frontera,   los viajeros extranjeros que van hacia  Colombia,  los que entran  de allá para  acá o habitantes de San Antonio y Ureña que  por  alguna razón  deben ir a  territorio colombiano,  buscan los distintos caminos verdes  que hay a lo largo y ancho de la franja  limítrofe.

En la entrada  hacia los puentes internacionales, tanto en San Antonio y Ureña,  son muy pocos los viajeros que se observan,  clamando a los militares que los dejen atravesar. Una situación similar se  puede  apreciar del lado colombiano en ambos elevados fronterizos.  Por allí no habrá paso  sino hasta el  lunes,  después de las elecciones  municipales.

En sectores como  “La Muralla”, La  Invasión,   la trocha de  Libertadores de América y Llano  Jorge, del  municipio  Bolívar, se observan militares montando vigilancia y patrullando, al  igual que  en ciertos  sectores de la vía San Antonio-El Palotal-Tienditas-Ureña,  donde  se sabe  hay trochas que conducen  hacia  territorio colombiano.   Funcionarios de la  Policía del estado Táchira  también estaban en la entrada de  algunas conocidas  trochas de  Ureña  cumpliendo  labores de vigilancia.