Al demostrarse que Víctor Julio Trimiño Mora no tenía nada que ver con la droga hallada en su residencia, donde fue capturado junto a su hijo, recobró la libertad.
Ante el Juzgado Primero Penal Municipal de Cúcuta se llevó a cabo ayer la audiencia, a solicitud de la defensa, para revocarle la medida de aseguramiento que lo mantenía en prisión desde el pasado primero de noviembre.
Trimiño Mora fue detenido en la urbanización El Cují (Villa del Rosario) y procesado por los delitos de concierto para delinquir y destinación ilícita de bienes muebles o inmuebles y fabricación, tráfico y porte de estupefacientes.
Personal de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) halló en dicha casa 120 gramos de marihuana tipo Cripy y $104.000. Además de un circuito cerrado de televisión, un maniquí a la entrada de la casa y un perro de raza Pitbull custodiando el inmueble.
La defensa de Trimiño Mora aportó 14 cartas de diferentes personas, entre ellas, la de la esposa, una hija, conocidos, vigilantes de la urbanización, familiares y un empleador. Todos coincidieron en afirmar que el hombre, de 64 años, no tenía negocios relacionados con droga y que trabajaba en oficios varios en un hotel y viajaba constantemente a Sardinata.
Lo que sí quedó claro fue que su hijo César Augusto, de 27, era consumidor de drogas desde los 15 años y en vista de que su padre no podía controlar su adicción, optó por dejarlo fumar cerca de la casa para evitar que se reuniera en otros sitios que podrían generarle peligro.
Según se conoció, dicha decisión generó problemas al interior de la familia y la madre decidió irse de la casa. Mientras que el padre desconocía si en su ausencia la vivienda era utilizada para otros fin diferente a lo acordado con su hijo.
Las cámaras -argumentó la defensa- eran utilizadas por la seguridad de la casa y apuntaban hacia un terreno baldío y no para advertir la presencia de las autoridades.
Dicha versión coincidió con cada una de las cartas presentadas ante el Juzgado. La Fiscalía tampoco encontró pruebas en contra de Trimiño Mora para mantenerlo privado de la libertad.
Sin embargo, la situación judicial de su hijo no ha sido resuelta y deberá permanecer en la cárcel de Cúcuta, mientras avanza el proceso en su contra.
Los hechos
En aquella ocasión, el coronel Javier Francisco Mora Jiménez, comandante Operativo de la Policía Metropolitana (Mecuc), aseguró que la casa funcionaba como expendio de estupefacientes, que corroboraron agentes encubiertos.
Según los investigadores de la Sijín, los compradores llegaban hasta el lugar para adquirir la sustancia por un costo aproximado de $10.000 por dosis.
Sobre el dinero incautado se dijo que sería producto de la venta de alucinógenos y que la ‘olla’ tenía al menos dos años de estar funcionando.
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