Parientes y amigos de Luis Hernando Lozano Jaimes, tapado con una sábana debajo de la carpa, y Óscar Miguel Maldonado, se congregaron en el río antes de que las autoridades llegaran a inspeccionar los cadáveres.
Debajo de una improvisada carpa, sostenida con unos palos, fue tendido finalmente Luis Hernando Lozano Jaimes, de 50 años, uno de dos ahogados en las aguas del río Táchira, a la altura de la vereda La Uchema (Villa del Rosario).
A las 11 de la mañana, solo su cuerpo había sido recuperado. Unas 50 personas acompañaban a sus restos a la orilla del afluente, junto a su esposa, mientras otros continuaban la búsqueda del segundo cadáver.
Habitantes de la zona tenían en su poder la camisa, el pantalón y la chaqueta que vistió por última vez Óscar Miguel Maldonado, quien, a esa hora, ya era dado por muerto por sus parientes.
“Si estuviera vivo habría regresado a avisar lo sucedido. Además, hemos encontrado varias de las prendas que vestía”, dijo una de sus hermanas.
Su oscuro presentimiento se hizo realidad. Horas más tarde, el otro hombre, de 27 años, apareció unos metros más abajo sobre el mismo caudal del Táchira.
A las 11 de la mañana, solo su cuerpo había sido recuperado. Unas 50 personas acompañaban a sus restos a la orilla del afluente, junto a su esposa, mientras otros continuaban la búsqueda del segundo cadáver.
Habitantes de la zona tenían en su poder la camisa, el pantalón y la chaqueta que vistió por última vez Óscar Miguel Maldonado, quien, a esa hora, ya era dado por muerto por sus parientes.
“Si estuviera vivo habría regresado a avisar lo sucedido. Además, hemos encontrado varias de las prendas que vestía”, dijo una de sus hermanas.
Su oscuro presentimiento se hizo realidad. Horas más tarde, el otro hombre, de 27 años, apareció unos metros más abajo sobre el mismo caudal del Táchira.
Salieron a llevar unas vacas
Lozano Jaimes y su trabajador, Maldonado, salieron la mañana del jueves de una finca llamada La Venezolana, aldea Novilleros, en el vecino país, a media hora de donde fueron encontrados sus cadáveres.
Los dos hombres aseguraron a sus parientes que irían a devolver un ganado al propietario de una finca en territorio colombiano.
En todo el día no se comunicaron con ninguno de sus familiares, lo que originó que desesperadamente salieran a buscarlos.
“Sus hijos estuvieron recorriendo a las 11 de la noche el sector (cerca al Táchira), pero no los encontraron. Esta mañana el trabajador de una tomatera avisó que había hallado el cuerpo de Luis Hernando”, relató su esposa.
Allegados a la investigación consideraron que el accidente se registró cuando las víctimas intentaron cruzar el río, de vuelta a territorio venezolano. “Se cayeron”, manifestaron, al tiempo que dejaron entrever que los hombres habrían consumido bebidas alcohólicas.
Los dos hombres aseguraron a sus parientes que irían a devolver un ganado al propietario de una finca en territorio colombiano.
En todo el día no se comunicaron con ninguno de sus familiares, lo que originó que desesperadamente salieran a buscarlos.
“Sus hijos estuvieron recorriendo a las 11 de la noche el sector (cerca al Táchira), pero no los encontraron. Esta mañana el trabajador de una tomatera avisó que había hallado el cuerpo de Luis Hernando”, relató su esposa.
Allegados a la investigación consideraron que el accidente se registró cuando las víctimas intentaron cruzar el río, de vuelta a territorio venezolano. “Se cayeron”, manifestaron, al tiempo que dejaron entrever que los hombres habrían consumido bebidas alcohólicas.
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