Cúcuta le cierra las puertas a las basuras de Bucaramanga y su área metropolitana

 
Mientras el Alcalde de Cúcuta, Donamaris Ramírez-París, se ha opuesto sistemáticamente a recibir las basuras de Bucaramanga, el gerente de Aseo Urbano, Ángel Uriel García, indicó que por ahora “no hay firmado ningún acuerdo” que haga oficial el anuncio del alcalde Bohórquez.
 
Pocos días después de que el alcalde Luis Francisco Bohórquez anunciara su intención de llevar las basuras de Bucaramanga a Cúcuta, Ángel Uriel García Torres, gerente de Aseo Urbano (operador privado del relleno sanitario Guayabal), aclaró que por ahora “no hay nada firmado”.
 
Según el funcionario, solo hay una carta en donde se certifica que hay capacidad suficiente para recibir los desechos de la Ciudad Bonita, sin embargo, esto no implica que en efecto se vayan a recibir esos desechos: “No hay nada oficial en torno a lo que anunció el alcalde Bohórquez”.
 
Las declaraciones del Mandatario Local han causado mucha controversia en la capital del Norte de Santander, donde el alcalde Donamaris Ramírez-París y un gran sector de la ciudadanía ratificaron su oposición a que se reciban estos residuos sólidos.
 
Al respecto, García Torres explicó que ‘técnicamente’ no puede negarse a recibir la basura de Bucaramanga, pues según la Resolución 1390 de 2005, el relleno regional Guayabal está obligado a tener una capacidad excedente del 50%, “que se cumpliría con esas 400 toneladas diarias”.
 
No obstante, dejó claro que en Cúcuta solo hay capacidad para recibir unas 11 mil toneladas adicionales (en Bucaramanga se producen 14 mil), por lo que sería necesario llevar parte de los residuos de la ciudad a Aguachica, cuyo relleno también es operado por Aseo Urbano.
 
Además, García Torres dijo que solo se contempla recibir esta basura por unos días o semanas, por lo que prácticamente está descartado que se use el relleno sanitario de Cúcuta por un periodo superior a un mes.
 
¿Se repetirá la historia?
Si en Cúcuta llueve, en Bucaramanga no escampa, pues el anuncio de un posible aumento en las tarifas entre un 32% y un 50% ha sido rechazado por un gran sector de la opinión pública, que ha advertido que los $2.200 millones que se gastarían mensualmente pueden ser usados para invertir en obras sociales o infraestructura.
 
El jueves pasado, las autoridades de la región se apresuraron a decir que aún existía la opción de aprobar otra emergencia sanitaria, tal y como advirtió Vanguardia Liberal en su momento.
 
Los tiempos, sin embargo, aún no se tienen claros, pues si bien algunos como el Gobernador de Santander, Richard Aguilar Villa, proponen un plazo de tres meses, otros dentro de la Administración Local aseguran que ese tiempo no es suficiente para tener una solución definitiva y por eso algunos hablan que se requiere al menos un año.
 
En el caso del Área Metropolitana, la directora Consuelo Ordóñez indicó que no es su función suya sino de los alcaldes del área declarar la emergencia sanitaria, pero reconoció que sí se está haciendo un estudio para definir el futuro del relleno El Carrasco, que en el papel tendría vida útil para operar otro año más.
Cabe recordar que hay un fallo judicial que ordena el cierre del sitio de disposición final, que está en firme desde hace dos años.
Este no se ha cumplido por las emergencias sanitarias, que se justificaron bajo la premisa de que “prima el bien común”.
 

 

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