En vísperas de la desaparición de Solsalud, que fue intervenida por la Superintendencia de Salud, se redistribuyeron los usuarios en Norte de Santander, en otras EPS.
El proceso se cumplió en acompañamiento de la Supersalud, el Ministerio de Salud y el Instituto Departamental de Salud (IDS).
El director del organismo, Javier Prieto Peña, aseguró que “luego de recibir el comunicado por parte de la Superintendencia de Salud, sobre las EPS habilitadas legalmente para el traslado de los usuarios de Solsalud, se procedió a la distribución”.
Las EPS habilitadas fueron, Cafesalud, Saludvida, Caprecom, Asmetsalud y, Coosalud que recibirán a los 117.000 usuarios de 14 municipios.
Afirmó que el procedimiento busca garantizar el aseguramiento y la prestación de salud, para restablecer la normalidad del servicio, especialmente a los 188 pacientes de alto costo, y garantizar la continuación de sus tratamientos.
Mauricio Pinto, director nacional de Aseguramiento de la Superintendencia de Salud, fue el garante, mediante la vigilancia de la actividad en que se hizo el traslado de Solsalud a otras EPS.
Villa del Rosario, tiene 50 usuarios de alto costo, siendo el municipio con el mayor número de esta población; de estos, 18 quedaron bajo la atención de Caprecom, tres en Coosalud, y 29 en Saludvida.
Asimismo, en Ocaña se distribuyeron, nueve en Asmetsalud, siete en Caprecom, uno en Coosalud, y siete en Saludvida; en Tibú lo hicieron con 11 en Saludvida y, cinco en Caprecom.
En Los Patios quedaron distribuidos, 25 en Caprecom y cuatro en Coosalud.
Todos los pacientes distribuidos a las diferentes EPS tienen garantizado el aseguramiento y la atención médica a partir del 1 de septiembre. El director del IDS, Javier Prieto Peña, aseguró que “no habrá ninguna excusa para no prestar el servicio”.
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