“Puede controlarse la diferencia cambiaria con un acuerdo binacional”


Operadores cambiarios de San Antonio consideran que sólo a través de un acuerdo  binacional  entre los  gobiernos de Venezuela y Colombia,  como  lo hubo en el  pasado,  se puede  controlar el precio de la moneda  en la frontera,  el cual es impuesto por la oferta y demanda de divisas  existente en el mercado.
Operadores cambiarios que prefieren mantener en reserva su nombre,   indicaron que  mediante un acuerdo  gubernamental,   el Banco Central de Venezuela  y  el  Banco de la República de Colombia,  puede  entrar  a operar en el mercado  cambiario fronterizo  y regular  la conversión bolívar-peso,   lo que permitirá  que la moneda  venezolana  recupere  su  justo valor.
Recordaron que hace alrededor de 30 años hubo un convenio entre  los gobiernos,  el  cual permitió que el  banco  colombiano  comprara  a los cambistas  y ciudadanos, al cambio oficial para ese entonces,  los  bolívares que circulaban  en Cúcuta  y  la  banca venezolana  compraba  los pesos  que circulaban en la frontera venezolana.  Ese mecanismo  funcionó   hasta  el famoso  “viernes  negro” de  1983,  cuando  la moneda  venezolana se devaluó de manera  abrupta  y a partir de entonces  la tasa  de cambio   bolívar-peso se  rige por el precio del dólar en el mercado  libre.
Los cambistas sostienen  que el  precio de la moneda depende  de la oferta  y demanda que haya en el mercado cambiario, y  la devaluación del  bolívar  se agudizó desde  que existe el control de cambio en Venezuela.
El ex presidente de la Cámara de Comercio de San Antonio y de Fedecámaras Táchira, José  Rozo,   por su parte,   reconoció  el interés que tiene  el  gobernador del estado, José Vielma Mora,  en  encontrar   una  corta solución al drama que  se está viviendo con la caída  abrupta del  valor del bolívar ante el peso colombiano,  lo cual se ha convertido en uno de los principales  incentivos para todas las  irregularidades que se vienen  presentando en la frontera .
La disparidad cambiaria  ha afectado  notablemente el empleo formal,  ya  que desgraciadamente  las  personas han  abandonado el trabajo  legal para dedicarse a efectuar  actividades  irregulares, donde  obtienen mayores  ingresos, bien sea por las falsas remesas  como  también por el  contrabando de extracción.
Refirió que el problema de la devaluación del bolívar  tuvo sus inicios en el famoso viernes negro de 1983,  ya que   hasta ese día el bolívar llegó a costar 16 pesos.  Por las medidas cambiarias aplicadas en ese entonces,  el  bolívar  bajó a 0,50 centavos de peso. Posteriormente el bolívar   logró  recuperarse  a  raíz de la aplicación de medidas  internas,  de carácter cambiario y fiscal,  hasta  llegar a valer  3 pesos  con 10 centavos en el año 2000.  Sin embargo,  a  raíz de la aplicación de las  políticas  macroeconómicas  y cambiarias,  entre  esas  el control de cambio, del  gobierno del presidente Hugo Chávez,  empezó  la caída  abrupta  de la moneda  venezolana  hasta llegar a los valores  insignificantes que hoy tiene.
El  ex  dirigente empresarial considera que  para  resolver esta situación, que está haciendo un enorme daño a la región, el  Gobierno nacional debe  levantar  el control de cambio. Sin  embargo, como  este hecho no  puede darse de un día para otro,  existen  mecanismos  legales para aplicar  medidas transitorias  al problema  cambiario  en la frontera, mientras Venezuela encuentra  una salida  definitiva desde el punto de vista macroeconómico.
Afirmó que esas  medidas están contempladas en la Constitución de la República, donde se establece  que “el objetivo  fundamental del Banco Central de Venezuela  es lograr la estabilidad  de precios y  preservar el valor interno y externo de la unidad  monetaria”  y según el artículo 318 de la Carta Magna,   la unidad monetaria de la República Bolivariana de  Venezuela  es el  bolívar.
No obstante, considera que el BCV  no está cumpliendo sus funciones,  pero la problemática cambiaria que se está  viviendo en la frontera  reclama  que aplique políticas de emergencia monetaria, aunque sea de manera  temporal,  para controlar  el diferencial cambiario.   Sostiene que el Banco Central  puede  aplicar  políticas,   ya sea de manera  autónoma  y soberana,  o  a través de mecanismos  binacionales con el Banco de la República de Colombia, que  pudiera  ser similar  al del la Asociación Latinoamericana de  Integración  (Aladi),  para   recuperar el justo valor del bolívar.
Rozo  afirmó que  hay muchas personas naturales o jurídicas del estado que pueden aportar conocimientos  y planteamientos  para resolver este problema,   pero deben ser  convocados a las  mesas de trabajo de las comisiones  binacionales de Venezuela y Colombia que se han  venido reuniendo.  Si  existe un mercado negro, es por falta de políticas de Estado.  Ese mercado negro  puede ser manejado  por   organizaciones  criminales o particulares, y por lo general  esas divisas   son de dudosa  procedencia,  no sólo del  narcotráfico,  el contrabando, el tráfico de armas,  sino también de la corrupción . De  allí que  el Gobierno debe  emprender  una investigación a fondo en todos los ámbitos.

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