El Senado, en manos de Cristo

Esta tarde, en medio de la expectativa que rodeará la cuarta y última legislatura del periodo por cuenta del proceso electoral del próximo año, y la difícil situación que atraviesa el departamento, un nortesantandereano asumirá la tarea de dirigir las riendas del Senado de la República, una de las dignidades más importantes en la estructura del Estado.

Se trata del liberal Juan Fernando Cristo, para quien este nuevo reto, además de consolidarse como la cúspide de su carrera  parlamentaria, se convertirá en la despedida del Congreso, tras 15 años de presencia en esta corporación.

Protagonista en los últimos años de la política nacional por su defensa de las víctimas de la violencia y la consagración -después de muchas batallas- de la histórica Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, que beneficiará a más de cuatro millones de colombianos afectados por el accionar de los grupos al margen de la ley, el dirigente cucuteño comienza hoy otro de sus más  grandes desafíos en la larga y reconocida carrera cultivada en el sector público.

Aunque a sus casi 50 años años de vida, este abogado de la Universidad de Los Andes ha logrado posicionarse  en importantes cargos a nivel gubernamental,  como el viceministerio de Relaciones Exteriores, la Consejería de Comunicaciones durante el gobierno de Ernesto Samper (1994-1998), la Embajada de Colombia en Grecia, el Consulado General en Caracas y la Secretaría Privada del Ministerio de Desarrollo Económico, fue el Congreso de la República, al que llegó en 1998, después del asesinato de su padre, el reconocido político nortesantandereano Jorge Cristo Sahium, en donde ha conseguido sus más destacados logros como político.

A partir del pasado gobierno, del presidente Álvaro Uribe Vélez, el senador Cristo hizo sentir su posición y la del liberalismo mismo en contra de algunas de las políticas lideradas por el exmandatario.

Fue así como, desde su comisión, el congesista se unió al grupo encargado de impulsar la moción de censura contra el entonces ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, por las interceptaciones ilegales a políticos, periodistas y otras personalidades del país.

También lideró varios debates de control político a la Ley de justicia y Paz, el escándalo de Agro Ingreso Seguro (AIS) y la Zona Franca de Occidente. 

No obstante, una de sus más duras peleas contra el expresidente se centró en la Ley de Víctimas, la cual terminó por hundirse en aquella época. Años después, fue el propio Santos quien ayudó a impulsar esta norma, que a la postre le representó al Gobierno el reconocimiento internacional.

Reeleción y otros

Hoy, a pocas horas de posesionarse como nuevo presidente del Congreso, Juan Fernando Cristo se enfrenta a trascendentales retos como el timonel de una corporación que, en los próximos meses, deberá definir el futuro de importantes proyectos como la Ley ordinaria de salud, la reforma al Código Penitenciario, la inversión extranjera en el agro, entre otras que quedaron pendientes.

Por si fuera poco, el congresista nortesantandereano tendrá la nada fácil tarea de liderar la posible reelección del presidente Juan Manuel Santos, quien ha dicho que solo hasta finales de año anunciará si se lanza o no a conquistar un segundo periodo presidencial. Más allá de las implicaciones que esto traiga consigo, el principal desafío de Cristo estará en mantener la unión de los partidos que hacen parte de la Mesa de Unidad Nacional en torno a una misma propuesta, toda vez que, como lo han venido anunciando desde hace varios meses, partidos como el Conservador intentan impulsar su propio candidato.

El nuevo presidente del Senado deberá, además, hacerle contrapeso a la consolidación del Centro Democrático, el movimiento que lidera el expresidente Uribe y quien acentuará su oposición frente al actual Gobierno, de cara a las elecciones del próximo año. Tendrá, igualmente, la tarea de orientar el desarrollo legislativo del proceso de paz en caso de que las negociaciones de La Habana lleguen a feliz término.

Además de esta larga lista de pendientes, Norte de Santander también espera que la llegada de un representante del departamento a esta importante dignidad contribuya a que el Gobierno Nacional centre, por fin, sus ojos en la región y pase de los anuncios a los hechos.