Permanecen cerradas desde hace una semana todas las bombas internacionales de gasolina


Desde  hace una semana se encuentran cerradas las estaciones del Servicio de Abastecimiento Fronterizo Especial de Combustible (Safec), de San Antonio y Ureña, más conocidas como bombas internacionales, y hasta el momento los usuarios desconocen la causa de la medida.
El repentino cierre de las bombas internacionales se sumó a la paralización del envío de combustible venezolano de exportación para el departamento Norte de Santander, situaciones que han originado el encarecimiento de la gasolina y el gasoil que entran de contrabando a territorio colombiano, y que revenden los pimpineros de La Parada, Villa del Rosario, El Escobal, y de otros sitios.
Los encargados de las bombas Safec de la frontera se han negado a aportar información sobre el cierre de dichas estaciones, y tampoco el ministerio de Petróleo o Pdvsa han informado respecto a la paralización del convenio de exportación. No obstante, en la frontera se especula que tales medidas se derivan de la polémica que se desató  recientemente entre los gobiernos de Venezuela y  Colombia.
En las estaciones de Safec, de San Antonio y Ureña, se abastecen a precio internacional vehículos de placa colombiana y también lo hacen carros venezolanos, pero por lo general pertenecientes a ciudadanos colombianos. El litro de gasolina en las estaciones Safec cuesta 4 bolívares, pero aún así, para los extranjeros es más económico abastecer combustible en dichas bombas que comprarlo en Colombia.
Tras el cierre de las Safec y la paralización del convenio de exportación, el parque automotor de Norte de Santander se ha visto obligado a comprar combustible nacional en las estaciones de servicio de ese departamento, o también en las ventas informales de los pimpineros, donde revenden la gasolina venezolana que ingresa de contrabando. Precisamente, en esas ventas, el precio de la pimpina incrementó repentinamente de 17 mil o 18 mil pesos a 30 mil pesos, según se conoció.
Los elevados precios del combustible en el territorio colombiano se convierten en un incentivo para el contrabando de extracción de gasolina y gasoil venezolanos, lo cual ha obligado a la Guardia Nacional a incrementar los controles en la zona de frontera. No obstante, en las estaciones de servicio nacionales de San Antonio, Ureña, Capacho, Rubio y también de San Cristóbal, se ha  observado incremento de las colas de vehículos, puesto que en el departamento Norte de Santander hay un elevado número de vehículos venezolanos que poseen tag o chip y pueden surtir combustible en las bombas venezolanas.

1 Realice Su comentario Aquí:

xxxxx dijo...

esto nos tienen que demostrar que debemos desarrollar un modelo de economía propia y al igual que los países son autónomo, ahora si van a tener deque quejarsen del chavinismo, este mafia de la gasolina operaba beneficiando a grupos criminales. esperamos la reacción de las autoridades locales