En Villa del Rosario, la música se la lleva el viento



Al aire libre tocaron los aprendices de música, para hacerse sentir en el municipio. (Foto especial para La Opinión)
Una deserción de casi el 50% ha enfrentado durante los últimos 14 meses lo que era la Casa de la Cultura de Villa del Rosario, al reconocerse que, poco más de la mitad de los estudiantes de música y danzas entre otras, han soltado los instrumentos para refugiarse en las drogas, las armas y la limosna.

Al desplomarse la estructura, ubicada en pleno corazón del municipio histórico y a escasos metros de la Alcaldía, que hace pocos meses fue refaccionada, la Casa de la Cultura hoy se asemeja al destruido pueblo de Gramalote, que desapareció por una falla geológica y el exceso de lluvias

Aunque las causas fueron casi similares, por el azote de los aguaceros, del refugio cultural de los rosarienses solo quedan mínimas partículas de techos y paredes rotas, lo que ha desanimado a los aprendices de las disciplinas culturales que ofrece gratis la administración municipal.

Esta es la percepción del alcalde de Villa del Rosario, Carlos Julio Socha, quien afirmó que así se empiezan a asomar las primeras secuelas del desplome del lugar.

“Desde la Alcaldía estamos preocupados porque se sabe que más de 500 muchachos que hacen parte de los grupos de danzas, teatro, música tradicional y de cuerdas, de piano, de la banda sinfónica, la banda folclórica y de otras artes ya no vienen a estudiar y se están yendo es a fumar marihuana, a enamorar y a pedir limosna en las calles”, denunció el alcalde Socha.

Y agregó: “es mejor que empuñen un instrumento y no un arma, porque muchos pueden estar siendo reclutados. Y después le echan la culpa al alcalde”.

Dejó entrever que la falta de una estructura adecuada para los ensayos de cada una de las disciplinas culturales ha originado el desaliento de los niños y jóvenes, pero también el fortalecimiento de las otras conductas malsanas que describe Socha.

Los sacan de todo lado

En La Bagatela, el teatro parroquial de una iglesia, en el patio de un convento y hasta en la calle ensayan los jóvenes que todavía siguen metidos en la cultura.

Por medio de convenios con los coordinadores de estos y otros lugares se la pasan de arriba abajo buscando un lugar donde puedan tocar flautas, trompetas, trombones, guitarras y demás, pero cuando los convenios se acaban tienen que irse con su música a otra parte.

La directora de la Banda Sinfónica de Villa del Rosario, Lilia Rocío Sanabria Núñez, dijo que en algunos de estos lugares solo les han permitido practicar las danzas, y eso con la música bajita de volumen, lo que les ha dificultado la preparación para los actos a nivel departamental y nacional.

“Es cierto que se han visto los retiros de los niños y jóvenes. Solo en mi disciplina antes de que se cayera la Casa de la Cultura había 120 niños, hoy solo cuento con 50”, relató la docente.

Recordó que estas ramas culturales tienen un enfoque para población vulnerable de los estratos cero, uno y dos, por lo que muchos han desistido de ir a los ensayos por la falta de dinero para pagar pasajes hasta los sitios más lejanos.

Protestaron con música

Varios de los integrantes de las disciplinas culturales crearon en su imaginación un techo unas paredes, unos tableros y se fueron a ensayar a las ruinas de la Casa de la Cultura.

Más que una realidad, con esto quisieron sentar una voz de protesta ante los gobiernos local, departamental y nacional, para pedir que sean tenidos en cuenta, con la reconstrucción del sitio.

Entre ritmos típicos de la región, popurrís, salsa y demás, los músicos dijeron que al no encontrar más lugares para ensayar, decidieron trasladarse al lugar, a pesar de que esto les genera un riesgo, por el estado de las ruinas.

Pese a eso, el alcalde y los profesores señalaron que todo hace parte del inconformismo.

Lo cierto es que, por ejemplo, la Banda Folclórica de Villa del Rosario, que está invitada a participar de un concurso de bandas en San Pelayo (Córdoba) seguirá ensayando en las esquinas, para dejar el nombre del departamento en alto.

¿Y los recursos?

El alcalde de Villa del Rosa-rio, Carlos Julio Socha, aseguró que ya existe un proyecto por parte de la administración para estructurar de nuevo la Casa de la Cultura.

Este tiene un costo de $850 millones aproximadamente y ya fue presentado y viabili-zando ante el Ministerio de Cultura para su ejecución.

“La Casa de la Cultura se está cayendo a pedazos, los instrumentos se están dañando, necesitamos biblio-tecaria y todo para hacer algo legítimo. Por eso hago un llamado al Gobierno para que nos apropie estos recursos y saquemos adelante hombres y mujeres que le sirvan a la sociedad”, puntualizó el alcalde.
Tomado de la Opinión

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