Intensifica la GN controles en guerra al contrabando de alimentos



Ante la diversidad de modus operandi que están aplicando para tratar de contrabandear alimentos de la cesta básica hacia territorio colombiano, la Guardia Nacional se ha visto obligada a revisar con mayor rigurosidad toda clase de vehículos, incluyendo los camiones tipo cava que portan guía de movilización del Sada para trasladar productos hacia la frontera.
Durante los últimos meses, los guardias destacados en los puntos de control de la frontera han decomisado alimentos que eran llevados ocultos en caletas en el motor, en la maleta, en el techo de las cavas o en los cajones de sonido de otros vehículos, y también debajo de otras mercancías o productos no tan apetecidos, como ocurrió recientemente, cuando descubrieron 6 toneladas de leche en polvo debajo de un cargamento de naranjas, explicó el coronel Wílmer Alarcón, comandante del destacamento de Fronteras número 11.
Ante el interés que hay por contrabandear productos venezolanos de la cesta básica para sacar provecho económico de las ventajas que ofrece la disparidad entre el precio del bolívar y el peso colombiano, la lucha contra el contrabando de alimentos actualmente ha relegado a un segundo plano el combate al narcotráfico, donde, sin embargo, la Guardia Nacional también ha obtenido excelentes resultados, dijo el oficial.
El comandante agregó que la rigurosidad de los controles que se están ejerciendo en las alcabalas probablemente incomoda a los comerciantes que movilizan productos alimenticios legalmente hacia la frontera, pero igualmente se debe hacer la revisión minuciosa de los vehículos, de las guías, incluso hacer seguimiento a los camiones, para estar seguros de que lleguen a los establecimientos que se indica en las guías, para evitar que se desvíen de ruta.
La Guardia Nacional está ejerciendo esos controles porque no se descarta que, después de pasar el peaje de San Antonio, la mercancía que viene del interior del estado o del país se pueda desviar de ruta, o también puede suceder que llegue a la comercializadora y la mitad se venda a la población de la zona y la otra mitad salga ilegalmente por los caminos verdes.
Igualmente puede suceder que los alimentos lleguen a las comercializadoras y los dueños no la vendan al precio establecido. Dijo que el trabajo de control es complejo, pero la Guardia Nacional está dispuesta a cumplir, por el beneficio de toda la comunidad.
 En vista del clamor público, estamos haciendo los ajustes necesarios para que el control sea mejor. Hemos dado instrucciones al personal que está destacado en los diferentes puntos de control, para que se revise muy bien la carga. Creemos que entre 90 y 95 por ciento de las personas que movilizan alimentos hacia la frontera cumplen con  los requisitos legales, pero en el resto, 5 o 10 por ciento, hemos detectado fallas, como las guías de movilización adulteradas o falsas.
“Hemos descubierto, por ejemplo -dijo-, guías de productos que van para Rubio, pero los encontramos en San Antonio del Táchira; también guías que indican una dirección pero revisamos y esta no existe  o está cerrada la comercializadora a donde presuntamente iban los productos”, dijo el coronel Alarcón.
El comandante, asimismo, explicó que cuando los productos llegan a la frontera es porque tienen la documentación en regla. De otra forma, es imposible que superen los controles que hacen otras autoridades como Indepabis, Policía regional, Tránsito y los operativos especiales que muchas veces hacen el Ejército y otros organismos de seguridad.
Recordó que las únicas vías autorizadas para la movilización de productos hacia la frontera son; la de El Mirador-Capacho-Peracal y El Mirador-Rubio-Peracal. La vía de Ureña-El Vallado no está autorizada para la movilización de alimentos.
Finalmente, dijo que si alguna persona o comerciante es extorsionado de alguna manera por algún militar o funcionario de otra institución, debe denunciar el hecho y garantizó que se mantendrá la confidencialidad.

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