El gobierno venezolano vendió en la primera subasta 200 millones de
dólares a unas 383 empresas privadas, anunciaron el miércoles las autoridades
financieras.
El Órgano Superior para la Optimización del Sistema Cambiario informó en un comunicado sobre la subasta realizada el martes, pero no detalló cuáles fueron las empresas beneficiadas.
En la subasta solo pudieron participar las empresas privadas inscritas en el Registro de Usuarios del Sistema de Administración de Divisas.
Las autoridades no indicaron el tipo de cambio promedio de la subasta, y solo informaron que el “precio mínimo” de la postura fue de 6,30 bolívares por dólar.
La subasta del martes se realizó bajo el esquema de “Vickrey modificada” que se aplica actualmente en Venezuela para la compra de algunos bonos de deuda. En ese caso los licitadores que hacen las ofertas más altas son colocados en el primer lugar de la lista de referentes, mientras que los que hacen las ofertas más bajas quedan al final, y el precio en la subasta se fija en base al promedio de los que hicieron las ofertas más altas. La subasta Vickrey es llamada así en honor a su creador el canadiense y premio Nobel de economía de 1996, William Vickrey.
El nuevo mecanismo funcionará de forma paralela al sistema de adjudicaciones de dólares que mantiene la estatal Comisión de Administración de Divisas desde el 2003.
El vicepresidente de la mayor cámara de empresarios del país, Jorge Roig, declaró el miércoles a Unión Radio que la primera subasta fue un “desastre”. Indico que los informes preliminares de los bancos subrayaron durante la sesión inicial la “confusión era absoluta”. Dijo que para las pequeñas y medianas empresas fue muy complicado participar en el nuevo mecanismo debido a “los requisitos y burocracia gubernamental”, y planteó que las autoridades deberán modificar los requerimientos para permitir la intervención de todos los sectores.
El dirigente empresarial afirmó que los 200 millones de dólares que se vendieron en la subasta “no van a saciar el apetito del mercado”, y agregó que harían falta por lo menos cinco subastas por ese mismo monto.
Algunos analistas opinaron con anterioridad que el nuevo mecanismo es lento y engorroso, y señalaron que el nuevo sistema no podrá resolver en el corto plazo las fuertes deficiencias de inventarios que presentan algunas empresas debido a la merma en las importaciones generada por la reducción de las entregas de las divisas oficiales.
El nuevo mecanismo de subasta reemplazó al sistema para la compra de dólares a través de la adquisición de bonos de deuda y que atendía 20% de los requerimientos del mercado cambiario. Fue suspendido en febrero por presuntos hechos de corrupción. El gobierno el mismo mes una devaluación que llevó el cambio de 4,30 bolívares por dólar a 6,30 bolívares por dólar.
Como consecuencia de la eliminación del sistema de venta de bonos numerosas empresas comenzaron a enfrentar problemas para obtener divisas oficiales e importar insumos y materias primas lo que ha agudizado los problemas escasez de algunos productos esenciales como medicamentos, piezas para maquinarias y vehículos, y alimentos.
En los últimos cuatro meses se ha venido presentando una importante merma en la entrega de divisas oficiales que las bancas de inversión y analistas atribuyen a la caída en los ingresos en dólares del gobierno y al retardo en la definición de las nuevas políticas cambiarias.
Esa situación ha originado fuertes presiones en el llamado “mercado negro” que ha hecho saltar la cotización de la divisa estadounidense en ese mercado a más del triple de la paridad oficial de 6,30 bolívares por dólar.
El dólar del mercado paralelo se ha convertido en el marcador de los precios de algunos productos en el país lo que ha generado presiones sobre la inflación que alcanzó en febrero una tasa anualizada de 22,8%.
El Órgano Superior para la Optimización del Sistema Cambiario informó en un comunicado sobre la subasta realizada el martes, pero no detalló cuáles fueron las empresas beneficiadas.
En la subasta solo pudieron participar las empresas privadas inscritas en el Registro de Usuarios del Sistema de Administración de Divisas.
Las autoridades no indicaron el tipo de cambio promedio de la subasta, y solo informaron que el “precio mínimo” de la postura fue de 6,30 bolívares por dólar.
La subasta del martes se realizó bajo el esquema de “Vickrey modificada” que se aplica actualmente en Venezuela para la compra de algunos bonos de deuda. En ese caso los licitadores que hacen las ofertas más altas son colocados en el primer lugar de la lista de referentes, mientras que los que hacen las ofertas más bajas quedan al final, y el precio en la subasta se fija en base al promedio de los que hicieron las ofertas más altas. La subasta Vickrey es llamada así en honor a su creador el canadiense y premio Nobel de economía de 1996, William Vickrey.
El nuevo mecanismo funcionará de forma paralela al sistema de adjudicaciones de dólares que mantiene la estatal Comisión de Administración de Divisas desde el 2003.
El vicepresidente de la mayor cámara de empresarios del país, Jorge Roig, declaró el miércoles a Unión Radio que la primera subasta fue un “desastre”. Indico que los informes preliminares de los bancos subrayaron durante la sesión inicial la “confusión era absoluta”. Dijo que para las pequeñas y medianas empresas fue muy complicado participar en el nuevo mecanismo debido a “los requisitos y burocracia gubernamental”, y planteó que las autoridades deberán modificar los requerimientos para permitir la intervención de todos los sectores.
El dirigente empresarial afirmó que los 200 millones de dólares que se vendieron en la subasta “no van a saciar el apetito del mercado”, y agregó que harían falta por lo menos cinco subastas por ese mismo monto.
Algunos analistas opinaron con anterioridad que el nuevo mecanismo es lento y engorroso, y señalaron que el nuevo sistema no podrá resolver en el corto plazo las fuertes deficiencias de inventarios que presentan algunas empresas debido a la merma en las importaciones generada por la reducción de las entregas de las divisas oficiales.
El nuevo mecanismo de subasta reemplazó al sistema para la compra de dólares a través de la adquisición de bonos de deuda y que atendía 20% de los requerimientos del mercado cambiario. Fue suspendido en febrero por presuntos hechos de corrupción. El gobierno el mismo mes una devaluación que llevó el cambio de 4,30 bolívares por dólar a 6,30 bolívares por dólar.
Como consecuencia de la eliminación del sistema de venta de bonos numerosas empresas comenzaron a enfrentar problemas para obtener divisas oficiales e importar insumos y materias primas lo que ha agudizado los problemas escasez de algunos productos esenciales como medicamentos, piezas para maquinarias y vehículos, y alimentos.
En los últimos cuatro meses se ha venido presentando una importante merma en la entrega de divisas oficiales que las bancas de inversión y analistas atribuyen a la caída en los ingresos en dólares del gobierno y al retardo en la definición de las nuevas políticas cambiarias.
Esa situación ha originado fuertes presiones en el llamado “mercado negro” que ha hecho saltar la cotización de la divisa estadounidense en ese mercado a más del triple de la paridad oficial de 6,30 bolívares por dólar.
El dólar del mercado paralelo se ha convertido en el marcador de los precios de algunos productos en el país lo que ha generado presiones sobre la inflación que alcanzó en febrero una tasa anualizada de 22,8%.
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