Un total de 87.000 metros cuadrados componen el Parque Grancolombiano de Villa del Rosario. La Casa Museo del General Santander, el mausoleo donde reposan simbólicamente sus restos y la estatua hacen que propios y turistas los observen aún más cuando hay desfiles militares y fechas patrias.
El estado de abandono estructural, técnico y ambiental que agobia a este tradicional espacio histórico, convocó a especialistas que elaboraron propuestas ante el Ministerio de Cultura para embellecerlo y conectarlo urbanísticamente con su comunidad.
La ganadora de la convocatoria fue una firma antioqueña compuesta por 10 profesionales en arquitectura.
Dos de ellos Jaime Cabal y Jorge Buitrago, son los representantes del núcleo quienes hicieron un esquema que plantea las cuatro problemáticas que afronta el Parque Grancolombiano, pero también las cuatro soluciones para mejorar las condiciones de la cuna de Santander.
Las problemáticas de una historia patria
Ruptura urbana: al estar entre dos vías de alto flujo vehicular el parque genera una ruptura en la trama urbana de Villa del Rosario y afecta el estado de conservación, generando ruido, polución y contaminación visual.
Abandono simbólico: los elementos de valor histórico del lugar se encuentran expuestos al deterioro permanente, aparte de la falta de información y señalización adecuada que disminuyen su valor emblemático.
Desconexión ecológica: los sistemas hídricos y de vegetación se encuentran aislados dentro del parque. Hay una línea de agua canalizada a lo largo del parque en estado de contaminación y un pequeño lago en situación de deterioro con poca vegetación.
La conectividad ecológica es prácticamente inexistente reduciendo la oportunidad de atraer hacia el sitio avifauna de la región.
Fragmentación: se presenta en el parque porque hay varias zonas aisladas del conjunto urbanístico. Hay puntos en donde el acceso es limitado y áreas en las que se evidencian graves síntomas de deterioro.
El otro sentido fragmentado se percibe hacia Villa del Rosario, donde no hay áreas urbanizadas, consolidadas y se evidencia la escasa proyección al turismo.
La infraestructura del parque se encuentra en mal estado y los cerramientos no funcionan correctamente, lo que inhibe a los caminantes a aprovechar las estructuras antiguas, como el mausoleo.
Uno de los aspectos que catapultó al grupo antioqueño como ganador de la propuesta es el enfoque ambiental de los árboles simbólicos de Colombia y Venezuela, entre ellos el Guayacán Amarillo como árbol nacional de Venezuela y la Palma Real como símbolo del parque Grancolombiano.
Por ahora, el proyecto que tiene un valor de $40.000 millones, aproximadamente, está en etapa de presentación con la comunidad y las autoridades locales y departamentales. Pese a eso, las ventajas, bellezas armoniosas del paisaje, las mejoras arquitectónicas y el reconocimiento como un parque de envergadura a nivel nacional siguen siendo el gran sueño rosariense.
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