En un 500 por ciento creció la afluencia de compradores colombianos a Táchira en diciembre comparado con los meses anteriores.
Los comerciantes del eje fronterizo de Ureña-San Antonio reportaron ventas superiores al 200 por ciento, impulsadas, principalmente, por el bajo precio del bolívar frente al peso colombiano.
Leonardo Pérez, presidente del Frente Socialista de Comerciantes de Ureña, indicó que las ventas de diciembre se incrementaron en un 90 por ciento respecto al mismo mes del 2011.
El mayor volumen se registró en rubros como alimentos, artículos de confección, elementos de aseo personal y del hogar, y productos infaltables en la temporada de Navidad y Año Nuevo como juguetes y regalos de todo tipo.
Isidoro Domingo Teres, presidente de la Cámara de Comercio de Ureña, dijo que se ha reseñado una afluencia masiva de personas, que podría calificarse de invasión de compradores colombianos tanto en Ureña y San Antonio como en San Cristóbal.
Agregó, que durante la reinauguración de Traki, en Ureña, se debió usar la fuerza pública para controlar el ingreso de clientes a la tienda ante la alta demanda.
Esta situación también se repitió en algunos almacenes del centro comercial Sambil (San Cristóbal), en donde se tuvo que restringir el ingreso con policía, “porque la invasión de compradores excedía la capacidad de los locales”.
Según Domingo Teres, mientras siga existiendo un diferencial cambiario favorable para los colombianos, seguirá el interés de cruzar la frontera para comprar en Ureña, San Antonio y San Cristóbal.
Dijo que Venezuela ofrece un componente mayoritario de productos importados, que son adquiridos por los compradores de Norte de Santander y de otros departamentos del interior de Colombia a mejor precio.
El país ha venido en una franca disminución del producto nacional, sin embargo, la industria venezolana también cuenta con productos apetecibles para el comprador colombiano, precisó.
El presidente de la Cámara de Comercio de Ureña dijo que se debe esperar el resultado final a 31 de diciembre, para conocer de los fabricantes y comerciantes la información que permita entregar un balance preciso a fin de comparar los periodos 2011 y 2012.
Agregó que el habitante de frontera escoge dónde le conviene hacer las compras, y si las circunstancias le favorecen del lado venezolano, ahí es donde se registra la mayor recaudación de caja en los negocios, situación que es itinerante y está ligada al cambio del bolívar respecto al peso.
En años anteriores los venezolanos han invadido en las fechas de fin de año a Cúcuta, por cuestión de las tarjetas Cadivi (Comisión de Administración de Divisas).
Esa situación ha sido diferente este año, porque la entidad venezolana localizó 200 puntos en la zona fronteriza que declaró ilegales, es decir, que no cumplían con el propósito real que es el de financiar gastos de viajes al exterior, marcando esa situación una disminución drástica de lo que ha sido la presencia de venezolanos en la capital de Norte de Santander, explicó Domingo Teres.
Comercio en crecimiento
Los comerciantes del eje fronterizo de Ureña-San Antonio reportaron ventas superiores al 200 por ciento, impulsadas, principalmente, por el bajo precio del bolívar frente al peso colombiano.
Leonardo Pérez, presidente del Frente Socialista de Comerciantes de Ureña, indicó que las ventas de diciembre se incrementaron en un 90 por ciento respecto al mismo mes del 2011.
El mayor volumen se registró en rubros como alimentos, artículos de confección, elementos de aseo personal y del hogar, y productos infaltables en la temporada de Navidad y Año Nuevo como juguetes y regalos de todo tipo.
Isidoro Domingo Teres, presidente de la Cámara de Comercio de Ureña, dijo que se ha reseñado una afluencia masiva de personas, que podría calificarse de invasión de compradores colombianos tanto en Ureña y San Antonio como en San Cristóbal.
Agregó, que durante la reinauguración de Traki, en Ureña, se debió usar la fuerza pública para controlar el ingreso de clientes a la tienda ante la alta demanda.
Esta situación también se repitió en algunos almacenes del centro comercial Sambil (San Cristóbal), en donde se tuvo que restringir el ingreso con policía, “porque la invasión de compradores excedía la capacidad de los locales”.
Según Domingo Teres, mientras siga existiendo un diferencial cambiario favorable para los colombianos, seguirá el interés de cruzar la frontera para comprar en Ureña, San Antonio y San Cristóbal.
Dijo que Venezuela ofrece un componente mayoritario de productos importados, que son adquiridos por los compradores de Norte de Santander y de otros departamentos del interior de Colombia a mejor precio.
El país ha venido en una franca disminución del producto nacional, sin embargo, la industria venezolana también cuenta con productos apetecibles para el comprador colombiano, precisó.
El presidente de la Cámara de Comercio de Ureña dijo que se debe esperar el resultado final a 31 de diciembre, para conocer de los fabricantes y comerciantes la información que permita entregar un balance preciso a fin de comparar los periodos 2011 y 2012.
Agregó que el habitante de frontera escoge dónde le conviene hacer las compras, y si las circunstancias le favorecen del lado venezolano, ahí es donde se registra la mayor recaudación de caja en los negocios, situación que es itinerante y está ligada al cambio del bolívar respecto al peso.
En años anteriores los venezolanos han invadido en las fechas de fin de año a Cúcuta, por cuestión de las tarjetas Cadivi (Comisión de Administración de Divisas).
Esa situación ha sido diferente este año, porque la entidad venezolana localizó 200 puntos en la zona fronteriza que declaró ilegales, es decir, que no cumplían con el propósito real que es el de financiar gastos de viajes al exterior, marcando esa situación una disminución drástica de lo que ha sido la presencia de venezolanos en la capital de Norte de Santander, explicó Domingo Teres.
Comercio en crecimiento
En Ureña y San Antonio hay cuantificados 500 locales comerciales, donde se ofrecen diversidad de productos.
Ureña ha venido creciendo en cuanto a su planta comercial, localidad tradicionalmente industrial, pero en la que se aprecia la construcción de centros comerciales de gran envergadura que estarían funcionando en 2013, según Domingo Teres.
Eso significa una oferta superior a la de San Antonio, que no se detiene, porque se espera un crecimiento progresivo hasta convertir a ese municipio fronterizo de Táchira en un referente comercial interesante para el eje fronterizo y para la demanda binacional que compromete a Norte de Santander y Táchira.
En Ureña hay 470 fábricas de bluyines, la mayoría con puntos de venta comercial que son apetecibles para los compradores foráneos, no solo del interior de Venezuela y Colombia, sino de las islas caribeñas y de Centroamérica, puntualizó Domingo Teres.
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