Va por ahí, se le viene una melodía a la cabeza, la silba y cuando llega a casa la escribe en el pentagrama, y listo. La inspiración para hacer pasillos, valses, pasodobles, bambucos y otros aires le nace así de repente al maestro Francisco Antonio Barrera Maldonado.
Nacido en 1929, en Cucutilla, llegó muy pequeño a Villa del Rosario con sus padres, porque debido a la violencia política pasaron a Lourdes y de allí posteriormente al municipio histórico.
El presidente Belisario Betancur (1982-1986) conoció el caso de la extraña persecución contra Barrera.
Al maestro que desde muy pequeño se le ha medido a la música, lo nombraron en aquél tiempo como profesor de música y organizador de coros en varios colegios rosarienses.
-Los concejales se peleaban la cabeza mía, pero yo no estaba haciendo política. Porque ni político soy. Lo que estaba haciendo era cultura. Enseñando en los actos musicales, relató, mientras movía los brazos y fijaba la mirada como escudriñando el pasado.
Al maestro Barrera Maldonado, quien fuera el encargado de hacer la partitura del Himno de Villa del Rosario, aún hoy no le cabe en la cabeza el hecho de haber sido perseguido por los conservadores, los mismos cuyas ideas él compartía.
En esas rarezas de la política, Mario Arcos, quien estaba en la orilla opuesta, pues militaba en el liberalismo, salió en defensa de su contradictor.
-Le escribió un telegrama al presidente de la República (Belisario Betancur) diciéndole que si por ser conservador tenían que botarlo. Él contestó que no se tenía por qué botar a una persona que fuera liberal o conservadora, es el recuerdo que extrajo de su memoria.
En contraste, la vida dio un giro a favor. “Después de que me vine para Venezuela, me metieron por medio de la música al Central Azucarero”.
-Yo cobraba y me daba pena. Iba a cobrar y les decía, pero póngame a hacer algo. Deme un machete al menos.
Y me contestaban:
-Usted despreocúpese.
-Usted no tiene sino qué cobrar.
-A mí me daba pena.
-Entonces me pusieron a darles clases a niños pequeños en la escuela infantil del central azucarero. A los hijos de los obreros los enseñaba a tocar guitarra, cuatro, melódicas y flauta dulce.
El maestro Francisco Antonio Barrera con su amigo Carlos J. Acevedo
A los 14 años compuso el primer pasillo, el cual tituló como El Eléctrico. Su padre fue pieza fundamental en los inicios del mundo musical, aspecto que está lleno de anécdotas, que él mismo describió.
-Cuando yo escuchaba una pieza musical, llegaba a la casa y me sentaba en el armonio a tocarla con un solo dedo y la sacaba. Mi papá, que me ponía cuidado, me dijo: ‘es que usted quiere aprender’. Le dije, si me enseña. De una vez, en un tablero, recuerdo tanto, la primera escala que me puso fue música sacra, en gregoriano.
Como el armonio que su papá tenía en la sastrería no era suficiente para la cantidad de alumnos que llegó a tener, a Francisco Antonio le tocó irse a hacer prácticas en el que había en la iglesia.
De su paso por la tierra lourdense también hay un pasaje curioso que el maestro Barrera comentó graciosamente.
-Cuando llegó la hora del canto del salve, el padre gritaba salve y le daban duro a la campana y yo dormido encima del armonio.
Aires de mi tierra
El programa Aires de mi tierra que hoy se transmite por la emisora de la Universidad Francisco de Paula Santander, lo inició el maestro Francisco Antonio Barrera Maldonado, en compañía de otros músicos el 6 de enero de 1958.
Este pasaje de su vida lo relató para mostrar que la música la ha llevado en las venas y que no sabe hacer otra cosa.
-El programa surgió en Villa del Rosario. Estábamos en la casa de Alejandro Contreras, hasta donde llegó Ramón Rodríguez Gómez, el locutor que trajeron de Bucaramanga para la emisora la Gran Colombia. Me mandaron a llamar y me lo presentaron. Tocaba guitarra, fenomenal. Yo llevé mi acordeón.
-Después llamamos a Ciro Rodríguez. Él llevó el clarinete. Llamamos a Cabeza de Hacha. De pronto llegaron Toto Miranda y José Miranda. Y todos nos pusimos a tocar. Hubo aplausos y unos traguitos. Al rato se presentaron el compadre Chepe Granados y Simón Granados.
Dentro de las 100 producciones musicales que tiene Barrera Maldonado se destacan Recuerdo a Lourdes, El clarinetista, Hesli la patinadora, Pacho Parada, La hora nuestra, La vieja Tana, Mis 80 años, La Negra, Nonos y abuelitos, El marrano.
Tomado de la Opinión
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