Los funcionarios de la empresa debieron pasar los controles de inspección antes de retirarse. Durante la diligencia, que duró cerca de 2 horas, ninguno podía salir ni ingresar al lugar. (Foto Juan Pablo Cohen/La Opinión)
Una serie de irregularidades que van desde malos manejos financieros y contables, hasta el deficiente estado del servicio prestado fueron determinantes para que, la Superintendencia de Servicios Públicos interviniera la Empresa Industrial y Comercial de Servicios Públicos Domiciliarios de Villa del Rosario (Eicviro ESP), que administra el acueducto y alcantarillado del municipio histórico.
Cerca de las 3 de la tarde, cinco funcionarios de la Superintendencia llegaron hasta las oficinas de entidad rosariense, acompañados de dos patrullas de la Policía y un buen número de agentes que rodearon el lugar y no permitieron el ingreso ni la salida de ningún trabajador.
Luego de sellar la entrada a la empresa, los inspectores de la Superservicios pegaron un comunicado en el portón avisando, en seis puntos, que a partir del 1 de agosto se ordena la toma de posesión, para administración de la Eicviro ESP. Dentro del proceso como agente especial fue designado Alberto Ramírez Moros.
La figura de agente especial, además de tomar decisiones autónomamente, cumple las funciones del gerente con la diferencia de que solo le notificará sus movimientos administrativos al superintendente.
La determinación sorprendió a los trabajadores que en ese momento se encontraban en el bloque administrativo de la empresa. Seguidamente, fueron retirados de los computadores o de las funciones que estaban desempeñando para ser informados, por el agente especial, que a partir de la fecha la entidad estaba intervenida.
“Al examinar las variables que conforman la prestación del servicio, se encuentran fallas protuberantes y es necesario que este sea garantizado por la Superintendencia. En vista de esto, y ante el peligro inminente de que la empresa colapse, la Superintendencia se ve obligada a tomar esta medida extrema”, declaró Ramírez Moros.
Recordó también que la entidad encargada de controlar, inspeccionar y vigilar las entidades prestadoras de servicios públicos, visitó en cuatro oportunidades, durante el año, a la Eicviro ESP para advertirle el riesgo que corría de seguir con el manejo irregular.
Deficiencias en la lectura del servicio y en el recaudo; y falencias en la oferta del agua comparada con el número de usuarios fueron las causales que motivaron la intervención de la Superservicios.
Sin embargo, según afirmó Ramírez Moros, la razón más fuerte fue que la empresa dejó de enviar los reportes obligatorios al Sistema Único de Información de Servicios Públicos (SUI).
Es una plataforma de la Superintendencia en el cual todas las empresas prestadoras de servicios públicos generales del país, deben reportar periódicamente todos sus movimientos comerciales, financieros, administrativos y técnico-operativos.
Medida que se hace obligatoria para que las entidades del Gobierno, tales como la Superintendencia, los ministerios y las comisiones de regulación, evalúen la prestación de los servicios públicos.
Leidy Katherine Morales, quien hasta ayer se desempeñaba como gerente de la Eicviro ESP, manifestó que ésta complicación la avizoró desde su llegada a la empresa.
“Cuando yo entré a la empresa encontramos cuentas y estados financieros que no estaban firmados por nadie. Además, encontramos los reportes atrasados que se debían enviar al SUI pero como no teníamos los soportes no pudimos despacharlos”, declaró.
Aun así, Morales aseveró que uno de los apartes de la notificación emitida por la Superservicios habla de la continuidad que debe tener la empresa con el servicio. Para lo cual afirmó que, en varias de las visitas que hicieron los funcionarios de la Superintendencia a la empresa, se establecieron compromisos para mejorar ese y otros problemas.
“Adquirimos compromisos claros con la Superintendencia. Como lo es la gestión de $12.000 millones para una nueva planta de tratamiento para la optimización y la ampliación de la cobertura en el municipio, además de la reducción en los turnos para prestar el servicio”, aclaró Morales, quien no se encontraba en su despacho en el momento en que la Superservicios posesionaba al nuevo agente especial encargado.
Por último, Ramírez Moros confirmó que la gerente y su grupo jurídico tendrán cinco días para interponer el recurso de apelación y tratar de explicar por qué “la nómina de la empresa no estaba integrada a la contabilidad de la misma, los bancos no tienen las consignaciones al día y las cuentas de los proveedores se encuentran atrasadas”.
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