Se mantiene el contrabando de gasolina hacia Cúcuta

Pese a los controles y restricciones que han impuesto las autoridades venezolanas en el estado Táchira para combatir el contrabando de gasolina hacia territorio colombiano y principalmente hacia Cúcuta, la situación que se evidencia sobre estos controles pareciera ser ineficiente, ello por la elevada cantidad de carburante que aún se vende clandestinamente en el sector de Villa del Rosario y La Parada, donde el valor de la pimpina se ha depreciado precisamente por la elevada cantidad de carburante que ha ingresado en los últimos días a la capital nortesantandereana.

Algunos "pimpineros" que laboran en las inmediaciones de la Aduana de Villa del Rosario manifestaron que en el mes de diciembre se cancelaban cien bolívares por una pimpina de 25 litros de 95 octanos, precio que descendió a 80 bolívares en el mes de enero.

Aseguró la fuente que el excesivo ingreso de carburante obligó a los compradores y mayoristas a descender el precio del combustible, ello ante la imposibilidad de comerciar las existencias en los depósitos y por los controles que ejercen las autoridades de la Policía Nacional, quienes vigilan que la gasolina que ingresa de contrabando no sea llevada a municipios o departamentos aledaños al Norte de Santander.

-- En la actualidad, existen muchos mayoristas que tienen copados sus depósitos de gasolina, a eso se le llama "ponche" pues la mercancía no se ha podido vender en estacionamientos o al consumidor en general. Regularmente el combustible que se compra en La Parada es llevado hacia Pamplona, Ragonvalia y otros municipios de Norte de Santander, todo de manera clandestina. En el primer mes de este año ha ingresado mucha gasolina y se ha vendido muy poco de ella, eso ha ocasionado que exista una excesiva oferta y una baja demanda que influyen en la caída de los precios del combustible --, explicó el vocero.

Refirió que los controles que imponen las autoridades venezolanas para contrarrestar el contrabando de gasolina en la frontera, antes de perjudicar a quienes viven de este comercio, les beneficia, sobre todo cuando se implementan las retenciones y decomisos de vehículos en los puestos alcabaleros, ya que ello impulsa los precios de manera excesiva y el carburante siempre fluye por cualquier vía.

Cuando la Guardia Nacional empieza a retener carros y a molestar a los pimpineros que trabajan por el río Táchira, el precio de la pimpina puede llegar a los 120 bolívares -prosiguió-, eso es un incentivo que es muy bien visto por quienes viven de este negocio en el eje fronterizo, esos controles siempre se evaden, ya sea pagando en los puntos, por las trochas o simplemente utilizando carros o camionetas, las cuales incluso tienen el llamado "Tag", pero esos mecanismos los eluden quienes tienen dos o tres automotores.

Tan sólo en el sector de La Parada, más de medio centenar de locales se encuentran habilitados para la extracción de combustible al mayor, actividad que es complementada por los pequeños expendios, donde sus propietarios se dedican a la compra en pequeñas cantidades y la venta de la gasolina a taxistas y transportistas, quienes mayormente compran el carburante por su bajo precio en comparación a la gasolina nacional, la cual puede alcanzar los 9 mil pesos por galón.

Los excesivos niveles de gasolina de contrabando en suelo cucuteño también han ocasionado el descenso en el precio del combustible de 91 octanos, ya que por una pimpina de 20 litros de este tipo se paga en Villa del Rosario 78 mil bolívares, mientras que el gasoil fácilmente excede los 110 bolívares por pimpina.

Durante el mes de diciembre, el valor de una pimpina de gasolina de 95 octanos llegó a sobrepasar los cien bolívares, uno de los precios más elevados del año 2011.

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