Tratan de localizar los restos del prócer Juan Germán Roscio

Con la visita oficial de una comisión de diputados venezolanos a las ruinas de la capilla de Santa Ana, en la zona histórica de Villa del Rosario, Departamento Norte de Santander (Colombia), donde se supone fue enterrado, se inició la primera etapa del proceso de ubicación, y su posterior traslado al Panteón Nacional, de los restos del prócer venezolano Juan Germán Roscio, quien nació el 27 de mayo de 1763, en el estado Guárico, y murió en Cúcuta (Muere realmente en la Villa del Rosario), el 10 de marzo de 1821.

El proceso se inicia a raíz de la iniciativa de un grupo de diputados del estado Guárico, la cual fue acogida y aprobada por la Asamblea Nacional. La comisión que realizó esta visita preliminar estuvo integrada por el diputado ante la AN, Walter Márquez y los diputados del Consejo Legislativo del estado Guárico: Fidel Túpano, Rubiray Manzano, Eduardo Puerta y el profesor Alexander Herrera, asesor de dicha comisión.

La comisión se reunió este viernes con los encargados de la Casa del General Santander y del Consulado de Venezuela en Cúcuta, en la casa del general Santander, para luego visitar la Plaza de los Mártires y las ruinas de la capilla de Santa Ana, en Villa del Rosario, donde se supone fueron enterrados los restos de Juan Germán Roscio Nieves y del General colombiano Luis Eduardo Azuola, ambos ocuparon el cargo de vicepresidente de la Gran Colombia.

La ubicación, exhumación, identificación y traslado de los restos de ambos personajes es un largo proceso que depende de la cooperación de los Gobiernos de Colombia y de Venezuela. El diputado Walter Márquez explicó que luego de esta visita preliminar, la próxima semana habrá una reunión, tanto en la Asamblea Nacional como en la Cancillería venezolana, y próximamente los parlamentarios viajarán a Bogotá, acompañados de funcionarios de cancillería, para hacer las coordinaciones correspondientes con la Cancillería colombiana.

Previa coordinación con las cancillerías y la autorización del Gobierno de Bogotá, propondrán el ingreso de un GPR (radar de rastreo de suelo), para identificar el sitio donde están sepultados los restos de los ilustres personajes. Esta es la primera etapa del rescate de la memoria histórica, del cuerpo y la figura de Juan Germán Roscio y el general Azuola, dijo.

Márquez recordó que la capilla de Santa Ana fue destruida por el terremoto del 18 de mayo de 1875, pero historiadores, antiguos y contemporáneos, y las pruebas documentales, coinciden en señalar que Roscio y Azuola están enterrados allí.
“Son dos personajes que tuvieron vidas paralelas. Roscio fue diputado al Congreso de Venezuela del 5 de julio de 1811; Azuola fue diputado constituyente de la Constitución de Cundinamarca, de 1811. Tanto Roscio como Azuola firmaron las actas de la Independencia de su país. Ambos fueron abogados, cancilleres de la República y vicepresidentes de la Gran Colombia”.

---La identidad de los dos personales nos obliga a honrar su memoria, a trabajar para la búsqueda de sus restos, porque Venezuela acordó trasladar al Panteón Nacional a Juan Germán Roscio, para lo cual tenemos que ubicar e identificar sus restos y rendirle el homenaje que se merece como el máximo constituyente y el primer líder civil de la historia venezolana”, agregó.

Confió en que a través de la cooperación binacional y el hecho de que ambos personajes hayan sido cancilleres de su respectivo país, se abre la posibilidad de llevar a cabo este largo proceso. Fuente: Lanacion.com.ve

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Anónimo dijo...

Primero que todo, hacemos la aclaración de que Juan Germán Roscio Nieves murió en Villa del Rosario, no en Cúcuta, como erróneamente replica esta página negándole a nuestra ciudad su autonomía territorial.

Con frecuencia observamos este despropósito de parte de los historiadores y los academicistas, y con ellos quienes consultan su equivocada información, pretendiendo ignorar de este modo a nuestra ciudad dándole los créditos equivocadamente a Cúcuta.Y no sólo en este caso; también con relación al nacimiento del General Santander y a los hechos del Congreso Constituyente que dieron origen a la Gran Colombia.

Al respecto les recordamos que por Cédula Real, El Rosario es tan villa como San José de Cúcuta desde su titulación el 18 de mayo de 1872 cuando el Rey Carlos IV expidió el histórico documento.

Ahora sí, vamos a refererinos a la noticia del Diario La Nación.

¿Con qué derecho esta comisión de diputados venezolanos trata de profanar el Altar de la Patria que es Villa del Rosario? ¿Acaso es menos digno que el Panteón Nacional de Caracas? Porque si bien es cierto en esa capital nació el Genio del Ávila, en Villa del Rosario nació el Hombre de las Leyes. Si Caracas es la capital de Venezuela, a Villa del Rosario le cabe el inmenso honor de haber sido capital de la Gran Colombia, con los territorios conformados por la Capitanía General de Venezuela y la Nueva Granada en principio, y los de Quito después, desde la promulgación de la Ley Fundamental dictada el 17 de diciembre de 1819 por el Congreso General de Angostura hasta el 14 de octubre de 1821 cuando se disolvió el cuerpo soberano del congreso reunido en esta Villa y se designó, luego de una reñida votación, a Bogotá como capital de la inmensa nación.

¿Será que todos estos antecedentes no son elementos auténticos y suficientes para que el gobierno colombiano disuada a su par de Venezuela de su pretensión ilegítima? Porque aquí hay un caso de soberanía nacional que discutir, por cuanto Villa del Rosario pertenece al territorio colombiano y ningún gobierno extranjero puede tomar decisiones per se, dándolas por hecho, sin tomar en cuenta en primer lugar al gobierno del respectivo país, y en segundo lugar, a los habitantes del sitio geográfico donde se pretende realizar las actividades de excavación apreciando el valor cultural y su significado para los rosarieneses.

De tal manera que nos parece una ligereza de las académicos y las autoridades la posibilidad de permitir el traslado de los restos de los vicepresidentes Roscio y Azuola sin estimar este preciado legado histórico como parte integral de nuestro inventario de iconos que han permanecido imperturbles por más de 200 años.

Y repetimos, la comunidad rosarienese tiene que hacer unidad de acción para rechazar la pretension venezolana y hacer valer sus derechos por la posesión tranquila y pacífica de estas reliquias históricas que subyacen en su suelo por determinación del destino, trasmitiendo su propósito de defender este patrimonio histórico con un documento respaldado por la firma de los habitantes enviado a las cancillerías de los dos países, a las academias de historia de Colombia y Venezuela y a los poderes regionales del Norte de Santander y los estados Guárico, Táchira, y Caracas.

Esta tarea tiene que ser asumida en primera instancia por el único gremio con credibilidad en el municipio: el Centro de Historia, para que pueda arrastrar por inercia al gobierno de turno, distinto a la 'monumenticida' plaga coica y a sus traidores del cristismo, que tendrá que asumir de alguna manera su corresponsabilidad para que este acto de rapiña no se consuma.

Finalmente, creemos que si los diputados quieren hacer algo por los restos del insigne Roscio, aceptaríamos la construcción de un mausoleo para honrar la memoria del prócer, tal como lo hizo una vez el gobierno venezolano cuando puso en el lugar una lujosa y grande lápida de mármol que redujo a escombros el terremoto de 1875.

Pero de ahí a transigir la exhumación de sus restos, ni lo piensen.

Anónimo dijo...

En el comentario del 06 de agosto al artículo "Tratan de localizar los restos de Juan Germán Roscio", hay un laxus en el año de la Cédula Real que otorgó a la parroquia de Villa del Rosario la condición de 'villa'. Por tanto el año correcto es: 1782.